"Si Griñán quiere, cuanto antes mejor"
El adelanto del congreso del PSOE al mes de julio empieza a abrirse paso - A los socialistas les preocupa más que no cale el cambio que la ventaja del PP
El congreso extraordinario del PSOE de Andalucía no tiene fecha, pero está convocado desde el mismo segundo en el que el secretario general, Manuel Chaves, y su sucesor en la presidencia de la Junta, José Antonio Griñán, decidieron el 21 de noviembre no esperar al verano de 2012. La pregunta sigue siendo cuándo. Y la respuesta de cada vez más dirigentes hoy es: "Si Griñán quiere, cuanto antes mejor"; "si Griñán lo decide, mejor mañana que pasado"; "si Griñán lo propone, mejor hoy que mañana o pasado". Lo novedoso es que algunos de los que hoy suscriben esa idea eran completamente contrarios hace dos meses -"una locura", sostenían, "con la crisis económica"-, mientras otros se mantienen en su posición contraria pero abiertos "a lo que interese al partido". Un tercer grupo defiende que después de las elecciones municipales de mayo de 2011. Otro giro de posición es que la decisión del congreso ya la dejan recaer directamente en Griñán y no en Chaves.
Las críticas en voz baja afectan a todos los ámbitos de decisión
La opción de un congreso el próximo mes de julio no se ha impuesto, pero se está abriendo paso en el PSOE por muchos motivos. El principal de ellos es que creen necesario consolidar a su nuevo líder, acelerar el proceso de cambio que se dio hace nueve meses con el relevo de Griñán por Chaves y acompasar una orquesta que empieza a desafinar, después de una larguísima etapa de paz interna de 14 años y de resultados electorales muy sólidos. "Chaves sigue siendo secretario general y mientras eso ocurra, todos los días tendremos una tontería", pronostica un destacado dirigente.
La encuesta del IESA, que atribuye una ajustada victoria al PP sobre el PSOE si hoy hubiera elecciones, ha sido como "un choque de realidad", describe una de las personas que han hablado con este periódico. Pero no es ese dato del sondeo el que preocupa -"el colchón todavía está mullido", "hay tiempo", "nuestra suerte es que el PP lo lidera Arenas", aseguran varios-, sino la respuesta del 61,7% acerca de que es deseable un cambio de gobierno, de que sólo el 28% sabe a la primera que Griñán es el presidente y que sólo uno de cada cuatro valora el relevo. "El cambio ya se ha producido y resulta que la gente pide un cambio", apunta una fuente con ironía. "Es normal que el cambio no haya calado porque la situación económica es muy fuerte", matiza otra, contraria a un bandazo en estos momentos.
En el PSOE no hay una única opinión de las cosas, se discuten, se defienden y una vez consensuadas se acatan sin rechistar. Pero para algunos "es evidente" que ya menos. La crisis institucional en la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), donde el PSOE ha ordenado a sus representantes suscribir un comunicado de apoyo a las leyes locales que ha elaborado el consejero de Gobernación y vicesecretario general, Luis Pizarro, en contra de la opinión del presidente socialista de esta institución se percibe como un "síntoma" de que la "máquina chirría". Este análisis no es compartido por todas las fuentes consultadas, frente a los que sostienen que "hay errores que se están cometiendo, hay gente inquieta y ausencia de mando en plaza".
La crítica, por ahora en voz baja, como pasa siempre en esta organización, toca a todos los ámbitos de decisión del PSOE: al partido, al grupo parlamentario y al Gobierno. Aunque culpen a la crisis de que los mensajes del Ejecutivo no calen, hay dirigentes que destacan "la bisoñez" del equipo elegido por Griñan -"un error no forzado", en palabras de una de las fuentes consultadas- con consejos en materia de comunicación que más bien parecen diseñados en la época de Gutenberg. Dos ejemplos muy recientes: cuando inauguró el vuelo Sevilla-Almería, el presidente andaluz rehusó hablar con los medios locales de destino y dos días después no acudió a la presentación, también en Almería, de la puesta en marcha de la red de banda ancha móvil en toda Andalucía, cuando es la primera región del mundo que la tiene. Y añaden: "Hay una pérdida de iniciativa política", "no hay mesa de camilla consolidada" y "hay tensiones" entre los miembros del Consejo de Gobierno. Otra cosa es que públicamente den la cara, pero algunos las ven.
Al grupo parlamentario lo despachan con un "ni está ni se le espera" y aventuran por enésima vez el cambio de Manuel Gracia como portavoz, si bien hay cuatro nombres circulando como recambio con perfiles tan distintos que no parece que haya mucha claridad de ideas. Y también hay peros a la dirección del partido. Desde siempre en el PSOE son muy pocos los que tienen dedicación exclusiva a la vida orgánica, pero ahora todavía menos. El vicesecretario Luis Pizarro, consagrado a esa tarea durante 16 años, ha ido cediendo los trastos al secretario de Organización, Rafael Velasco, del que opinan que "está haciéndose" y tiene que cuajar. Una situación similar ha ocurrido en la dirección federal socialista entre José Blanco y Leire Pajín, que se ha resuelto con la vuelta al primer plano del PSOE del también ministro de Fomento y vicesecretario general.
En este ambiente creciente de susurros, lo que más preocupa con vistas a un congreso son las banderías, el resurgir de grupos, de sectores, de jefes de tribu. Y declaraciones sobre esto bajo el manto del anonimato también hay: "Algunos quieren adelantar el congreso en clave personal y eso es una deslealtad con Griñán". "Si alguien retrasa el congreso para ganar tiempo, perdemos todos. El bien a resguardar es Griñán: debe enfilar los dos años de legislatura con una ejecutiva nueva y con un gobierno del que se fíe y no fruto de un cambio de presidente".
Fuentes socialistas de toda solvencia niegan que Chaves y Griñán tengan pactada la fecha del congreso, pero aseguran que "nunca será antes de la presidencia española de la UE" que acaba en junio. "A partir de ahí, la opinión del presidente de la Junta será determinante", añaden.
Otras fuentes próximas al presidente andaluz también niegan que el debate sobre la fecha del congreso vaya a decidirse a golpe de sondeos y aseguran que la decisión no sólo recaerá en él. "La decisión será la que más convenga".
Por si acaso, los socialistas ya han encontrado en los estatutos federales una fórmula para que el congreso extraordinario del PSOE se convoque sin necesidad de medidas traumáticas como la renuncia de Chaves a la secretaría general o la dimisión de la ejecutiva. "Hay excepciones", apuntan.
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