"El fútbol está desbocado"
Después de múltiples penurias, de un concurso de acreedores, de un ERE producto de la gestión desastrosa de sus antecesores, que dejaron al club al borde del precipicio, Manuel Vega-Arango (Luarca, Asturias; 71 años) se dio el mes pasado el alegrón de anunciar un beneficio de 5,5 millones de euros en el último ejercicio. "El más alto en la historia, y eso que el precedente fue de 3,5 y el anterior de 1,5. Va mejorando la situación, que falta hacía", dice el presidente del Sporting, que ya lo había sido entre 1977 y 1986 y que también presidió la Liga Profesional durante tres años en los ochenta. La deuda sportinguista ha pasado de casi 60 millones a 18 millones.
Pregunta. ¿Cómo se da la vuelta a una catástrofe semejante?
"Me parece bien que el que tenga deudas no pueda jugar en Europa ni fichar jugadores"
Respuesta. Cuando cogimos el club todos nos daban por muertos y no les faltaba razón: tenía 10.000 millones de las antiguas pesetas de pasivo. Llegó el concurso de acreedores, traumático. El 14 de mayo de 2005, la fecha no se me olvidará nunca. Luego entraron unos administradores concursales, hubo que hacer un ERE...
P. No hicieron distinciones y le costó el cargo al secretario técnico, Eloy Olalla; a algunos futbolistas e incluso se habló de Quini, el actual delegado del equipo.
R. Quini continuó, y que esté aquí muchos años. Lo que le digo, era ser o no ser. Eso o desaparecer. Había sesenta y tantos empleados y esto no es un ministerio, es un club de fútbol de 104 años. Había que hacerlo. No había más remedio.
P. La deuda del Atlético, su rival de hoy, es de 300 millones.
R. Tengo por costumbre hablar de lo mío y no meterme en casa de nadie, pero sí me atrevo a decir que el fútbol está desbocado. Tiene que gastar lo que puede gastar, no más. Hay que ser austeros, saber decir "no puedo gastar más". Nosotros nos pasamos.
P. El futuro pinta tan bien que se plantean recomprar Mareo.
R. Lo pasamos rematadamente mal, pero el presidente de la AFE [Gerardo González Movilla] ha dicho que el Sporting es un equipo modelo en el trato y el pago. Las marcas, las patentes para que nos entendamos, se vendieron en 2001 por tres millones y las adquirimos de nuevo hace unos 20 días. Así lo decidió otro Consejo, como con las instalaciones de Mareo. Cuando se levantó, en 1976, era lo mejor de España junto a Lezama, del Athletic. Era nuestra joya de la corona, pero se vendió por nueve millones y pasó a manos del Ayuntamiento. La idea es ejecutar la recompra.
P. La Ley Bosman afectó especialmente a los equipos que se apoyaban en sus canteras. Ahora la crisis ha hecho que se vuelva a tirar de los productos de la casa.
R. Regábamos España de jugadores, pero hubo un receso que se veía venir. Mantener una cantera cuesta mucho. No es una filosofía sencilla, pero apostamos y seguimos con ella. Los interventores sólo nos permitían traer jugadores a coste cero o cedidos, pero el Consejo también está convencido de que creer en nuestros jóvenes es el único camino. Hoy contamos con 20 filiales y 350 chicos: de benjamines y alevines a Segunda B. No es para ser un club vendedor: si traspasas lo mejor, te quedas en cuadro, aunque hay que aprovechar las ocasiones, como con Míchel, al que traspasamos al Birmingham por 3,4 millones.
P. La UEFA se plantea no dejar competir en la Champions a los clubes endeudados.
R. Me parecería fenomenal. Eso y que el que tenga deudas no pueda fichar jugadores. Había una burbuja. El fútbol tiene que ser un sitio serio. Hay que exigir responsabilidad en la gestión. ¿Pero por qué sólo les llega a los clubes el 10% de las quinielas cuando es el fútbol el que lo genera todo? Eso también habría que mirarlo.
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