_
_
_
_
Reportaje:

Descarados y hedonistas

Los bilbaínos Zenttric se confirman como una de las sorpresas de la temporada

¿Recuerdan el chiste aquél del bilbaíno que se pega un castañazo con la moto? La multitud se arremolina para interesarse por su estado hasta que el muchacho se incorpora, sacude el polvo de los vaqueros y aclara: "¿Qué pasa? Cada uno aparca como quiere, ¿no?". A los cuatro mocetones de Zenttric, que también son de Bilbao, les sucede algo parecido. Son descarados, van a lo suyo, se les intuye unos compañeros muy prometedores para una noche de farra. Y su cantante, Gutxi, que a pesar de ser vasco, es negro. Gozosos designios de la genética guineana y de este mundo nuestro en el que, afortunadamente, cualquier posibilidad resulta del todo verosímil.

Gutxi tiene 27 años pero ya gasta madera de líder; si no emblemático, con visos de llegar a serlo en el futuro. Anoche, durante su comparecencia en la Sala Heineken, se mostró provocador, juerguista, chuleta; magnético con su peinado rococó y esas piernas largas y escuálidas. Los clásicos hablarían de actitud. Su público, que en muchos casos todavía frecuenta el campus o las aulas de Formación Profesional, manda al carajo la terminología y se conforma con pegar botes. Y tan ricamente.

Gutxi, el cantante, se mostró provocador, juerguista, chuleta
Su gran hallazgo de la temporada es el contagioso 'Sólo quiero bailar'

Los mozos de Zenttric acumulan todavía pocas horas de vuelo, pero han logrado infiltrarse en esa delgada franja del rock descarado y hedonista que encuentra hueco en las radio-fórmulas. Todo ello, además, sin que los más alternativos les declaren hostilidad eterna. A ratos pueden remitir a Piratas y mucho más a menudo recuerdan a Sidonie, pero en versión más juvenil y acelerada. Por eso cuando hacen sonar su gran hallazgo de la temporada, el contagiosísimo Sólo quiero bailar, todo el niñerío de las primeras filas se aplica el cuento y suda la camiseta a puro golpe de pelvis.

"Feliz año. En Reyes no me dio tiempo a pasar por todas las casas", se disculpa Gutxi, guasón, consciente de que la singularidad y el sentido del humor son, por suerte, valores en alza. Incluso aprovecha su cierto parecido con Will.i.am para marcarse una versión espídica de I've gotta feeling, de Black Eyed Peas. A partir de ahí, el cuarteto no bajará el pistón ni el nivel de adrenalina en sangre. Ya se encarga Mikel, el guitarrista, de que así sea. Entre ese flequillo que nos gasta y su balanceo mecánico, cualquier día Alex Kapranos lo recluta para Franz Ferdinand y no nos quedará más remedio que desearle mucha suerte.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La actuación de Zenttric formaba parte de un festival promovido por una nueva red social, Herzio, para la chavalería melómana. Antes habían asomado los chicos de Jaula de Grillos, que no se sacuden el toque adolescente ni con versiones de Kings of Leon. Y después llegaron No Reply, esos ocho muchachos de Rivas-Vaciamadrid que, trajeados como pinceles, facturan un swing dinámico e impecable. Han tocado ya tantas veces en esta sala que cualquier día les nombrarán banda residente, pero son tan notables, e insólitos, que no importa nada pegar una vez más la oreja.

Un momento de la actuación del grupo bilbaíno Zenttric en la Sala Heineken.
Un momento de la actuación del grupo bilbaíno Zenttric en la Sala Heineken.CLAUDIO ÁLVAREZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_