Del Valle se desdice y pide otra declaración en el 'caso Mari Luz'

Santiago del Valle, imputado por el asesinato de Mari Luz Cortés, la menor de cinco años desaparecida en el barrio onubense del Torrejón en enero de 2008, compareció ayer junto a su hermana Rosa en el Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Provincial de Huelva. El Ministerio Fiscal informó a los acusados de la transformación del procedimiento ordinario a tribunal popular y les notificó los cargos por los que serán juzgados: Santiago por asesinato y un delito contra la libertad sexual de la menor y Rosa como cooperadora necesaria. Juan López Rueda, defensa del pederasta, solicitó una nueva declaración de Isabel García, esposa de Santiago, que ya no testificaría como imputada, y una nueva versión de los hechos por parte de su defendido. Y ya van cinco. Según el letrado, Santiago declaró una vez en Granada, tres días después de marcharse de Huelva (el 16 de enero) negando que hubiera visto ni hablado con la niña. Dos meses después, sobre el 25 de marzo, al ser detenido en Pajaroncillos (Cuenca), sostuvo de nuevo que no sabía nada de la menor pero, en un segundo interrogatorio, reconoció que la vio y, tras un forcejeo, la abandonó en un lugar. Finalmente, del Valle compareció dos veces en Huelva, una negando y otra afirmando que la llamó para abusar de ella, tras sentir "eso que le pasa con las niñas" y tirarle un peluche como reclamo. Desde entonces ha enviado cartas al juzgado y a su abogado afirmando, como ayer, que "ni siquiera vio a la niña". De acuerdo con López Rueda, si la jueza lo admite, "esta sería la sexta declaración".

La juez decidirá en unos 10 días si prorroga la prisión incondicional

Manuel Domínguez, letrado de Rosa, reclamó un careo entre los hermanos "al encontrar grandes contradicciones en sus declaraciones". Las defensas pidieron la libertad provisional de sus defendidos al oponerse a la prórroga de prisión preventiva solicitada por el fiscal y la acusación particular. La jueza, María José Fernández, se pronunciará en los próximos 8 ó 10 días. A partir de ahí, se calcula que el juicio podría celebrarse antes de verano.

La llegada de los imputados al tribunal no provocó grandes altercados. Juan Cortés, abuelo de la menor, y su esposa Mari Luz, protagonizaron el único incidente cuando ella, a la salida del furgón que trasladaba a Rosa, lanzó un objeto contra el vehículo y fue conducida a comisaria para prestar declaración.