La policía investiga a los empleados de una joyería por un robo

La Policía Judicial investiga a los trabajadores de la fábrica de joyas Abella por si alguno de ellos hubiera dado información a una banda de ladrones que sustrajeron del local joyas por un valor superior al millón de euros. Los delincuentes robaron relojes, anillos y pulseras, según aseguraron los propietarios de la fábrica a la policía.

El robo se produjo en Nochevieja, cuando una banda de butroneros agujereó la pared de la fábrica situada en la plaza de Canalejas, en pleno centro de Madrid. Los delincuentes burlaron los sistemas de seguridad. Cortaron las alarmas, desconectaron la electricidad y, utilizando inhibidores, penetraron en la joyería. Un trabajo de auténtica precisión, argumentan desde la policía, ya que este tipo de golpes implica una preparación de meses.

El agujero lo hicieron en el techo con una herramienta pesada; la subieron aprovechando un andamio y una lona antigua, con la que se ocultaron. Previamente, los delincuentes sortearon otra alarma que estaba instalado en el andamio. Ya dentro de la fábrica, reventaron las cajas fuertes, repletas de joyas, e inutilizaron el resto de mecanismos antirrobo. Al salir, junto con el botín, se llevaron las cámaras de seguridad.

Los vecinos, según afirma la policía, no oyeron nada, habida cuenta de que el robo se produjo en plena celebración del cambio de año. "El golpe lo habían estudiado con detenimiento. No conozco con detalle el nivel de profesionalidad del robo, pero parece evidente que tenían mucha información de los sistemas de seguridad", explica Armando Rodríguez, secretario general del Gremio de Joyeros, Plateros y Relojeros de Madrid.