_
_
_
_
Crónica:CARTA DEL CORRESPONSAL / Ginebra
Crónica
Texto informativo con interpretación

Lluvia de nuevos millonarios

Cada fin de año, los suizos corren a comprar una revista que se ha convertido en tradicional. Se trata de la publicación económica Bilan, que presenta su lista con las 300 mayores fortunas del país. El exclusivo club está compuesto por financieros, industriales, deportistas de élite y cantantes pop. Apellidos como Rothschild u Onassis se codean con Citroën o Heineken.

A ellos se suman Tina Turner, Phil Collins o el suizo más amado por sus compatriotas: Roger Federer. Reinando sobre todos un año más está el ya inevitable Ingvar Kamprad, patrón de

Ikea, con una fortuna estimada en 22.000 millones de euros. Pero no vamos a detenernos en los mega-ricos, sino en sus colegas de rango inferior, quienes parecen llegar en masa al país alpino.

Ahora, los que llegan en masa a vivir al país son ricos "modestos"
Cada contribuyente negocia un monto fijo de impuestos: es el 'forfait' fiscal
Gracias a los nuevos residentes, se vive un nuevo 'boom' inmobiliario

La razón no tiene misterio. Y es que 2009 fue un año negro para Suiza, puesto que a la crisis financiera global se ha sumado aquí el fin de su legendario secreto bancario. La espinosa cuestión ha llevado a esta pequeña nación a enfrentarse a Estados Unidos y la Unión Europea. Para perder -casi- en toda la línea.

Las nuevas normas de la OCDE obligan ahora a Suiza a colaborar con los países que lo pidan en caso de sospechas fundadas de evasión o fraude fiscal. Pero hay una excepción: esto no afecta a los residentes. La protección de cuentas para ellos sigue tan blindada como en tiempos de la guerra fría, siempre que ese dinero no haya sido ganado en Suiza.

Por ello Bilan destaca el flujo de ricos "modestos", provenientes mayormente de Francia o Alemania, quienes llegan a Suiza atraídos por el forfait fiscal. "Cada semana hay más candidatos a la residencia", dice un abogado. Todos llegan a vivir en el país de Heidi aconsejados por sus banqueros. Aunque la gran novedad es que los recién llegados no son oligarcas de Siberia, sino pequeños empresarios que han vendido su negocio o trabajadores que han recibido una herencia inesperada. "Es que la fiscalidad francesa es tan desfavorable a las pequeñas fortunas que obliga al exilio fiscal", justifica el abogado.

¿Pero qué es el mencionado forfait fiscal? Es un trato negociado entre el residente extranjero y el cantón donde vive. Así, contribuyente y Estado se ponen de acuerdo sobre un monto fijo de impuestos anuales basado no en los ingresos de la persona, sino en su tren de vida. O sea: el residente paga en función del valor de su vivienda y sus gastos. Una solución adoptada ya por más de 5.000 ricos llegados de otros horizontes menos "comprensivos" fiscalmente.

Sólo los contribuyentes extranjeros sometidos al forfait fiscal en el cantón del Vaud han dejado en las arcas estatales 60 millones de euros en 2008. Al mismo tiempo, el negocio inmobiliario está en pleno boom, pues "los nuevos residentes se arrancan propiedades con valores que oscilan entre 2 y 10 millones de euros", según Bilan. A ello se suman listas de espera de hasta 500 niños en las muy exclusivas escuelas internacionales de Ginebra. A juzgar por estos datos, todo hace pensar que Charles Aznavour, Alain Prost o el Aga Khan tendrán cada vez más nuevos vecinos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_