El refugio se convierte en trampa para dos indigentes

El puente de Tetuán, cuyos vanos son refugio habitual de indigentes en Málaga capital, se convirtió ayer en una peligrosa trampa para dos de ellos. Las copiosísimas lluvias de la mañana de ayer convirtieron el cauce del Guadalmedina, por el que no bajaba agua desde hacía cinco años, en un río de verdad, y los mendigos, que se habían resguardado de la lluvia en uno de los huecos ubicados sobre el cauce, se quedaron atrapados por la crecida.

Los indigentes, una pareja de mediana edad y de nacionalidad española, carecían de teléfono móvil para avisar a los servicios de emergencia. Hizo falta que un viandante los descubriera sobre las 10.20 para que acudieran los bomberos. El acceso a los mendigos desde la orilla era complicado y durante casi una hora, las asistencias buscaron la fórmula para rescatarlos. Al final optaron por utilizar un brazo articulado con una barquilla en el extremo. Tras el salvamento, los sin techo fueron trasladados en una furgoneta al albergue municipal, de donde la pareja había sido expulsada hace 15 días, según afirmó el hombre, que lleva seis años en la calle.