Euskadi se prepara para un frente polar de hasta 15 grados bajo cero

Bufandas, gorros y guantes vuelven hoy a la calle. Euskadi se prepara para una intensa ola de frío polar que se prolongará, al menos, hasta el fin de semana. Las bajas temperaturas que ya imperan son sólo el presagio de lo que viene por delante. Nieve a nivel del mar, granizo en la costa y fuertes heladas, con mínimas que podrían desplomarse hasta los quince grados bajo cero de madrugada en el interior de Álava. Un escenario típicamente invernal, que se completará con chubascos continuados y fuertes vientos. Motivos más que suficientes para que Interior haya cambiado el nivel amarillo de alerta por el naranja y recomiende a los ciudadanos que eviten los viajes en coche. En caso de que sea imprescindible, aconseja que se lleven cadenas, el depósito lleno, ropa de abrigo y teléfono móvil.

El grado de alerta activado por Interior pasa de amarillo a naranja

Las precipitaciones y bajas temperaturas continuarán hasta el lunes

Aunque ya desapacible, la mañana de hoy será la última tregua que el tiempo dará en los próximos días. Según las previsiones de la Agencia Vasca de Meteorología, Euskalmet, el manto blanco de la nieve cubrirá la mayor parte de la geografía. La cota, que permanece a unos 400 metros, bajará a última hora de la tarde hasta los 100, lo que podría dificultar la circulación en las carreteras. Las temperaturas, además, sufrirán un brusco descenso que dejará las máximas por debajo de cero grados en el interior.

Más de un centenar de máquinas quitanieves y decenas de profesionales permanecen alerta en distintos puntos de la red viaria para evitar incidencias. La estrategia a seguir se decidirá esta misma mañana durante una reunión del órgano de coordinación del plan de vialidad invernal, en el que están representadas todas las instituciones competentes en la materia.

Las previsiones no son nada halagüeñas. El tiempo todavía empeorará mañana. Aunque de forma ocasional, los copos de nieve llegarán a nivel del mar y las temperaturas prolongarán su descenso. Continuarán, además, las tormentas de granizo en la vertiente cantábrica y las lluvias, con precipitaciones de hasta treinta litros por metro cuadrado y día. El temporal se mantendrá estable durante el sábado y el domingo, con nuevas nevadas y fuertes heladas en las zonas de interior. Los primeros síntomas de cambio no se percibirán hasta el lunes, cuando el agua y la nieve remitirán para dar paso a un frío todavía más intenso. El frente polar aguantará aún un par de días, hasta mediada la próxima semana.

Pero no habrá momento para la relajación tras el temporal y la acumulación de nieve. Las estimaciones del Observatorio Meteorológico de Igeldo recogen que a la masa de aire frío continental sucederá probablemente otra más cálida procedente del Atlántico, lo que conllevará un cambio brusco de temperaturas que podría desembocar en un súbito deshielo. El riesgo se trasladará entonces de las carreteras a las cuencas fluviales, donde se podrían registrar inundaciones.

Se trata de un contraste propio de estas fechas, pero que no se da cada invierno, sino con una frecuencia habitual de entre cinco y siete años. Hace seis, en concreto, un fenómeno similar saturó los embalses alaveses y provocó el desbordamiento de algunos de los ríos que de ellos se abastecen. Las inundaciones afectaron a varios polígonos industriales de Vitoria y a sus accesos, así como a otras localidades alavesas y varias de Navarra, incluida Pamplona.