Arte desde la ventana del hotel

La última entrega creativa del artista Xoán Anleo (Marín, 1960) reúne dos de sus constantes en su producción más reciente: la indagación en la identidad de las ciudades y el soporte audiovisual. A estos dos ejes se suma la fascinación que el escultor, fotógrafo y profesor en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra siente por Brasil. El año pasado, Anleo cumplió su empeño de viajar a aquel país para desarrollar una residencia artística en el centro Capacete de Río de Janeiro, lo que también le permitió trasladarse hasta São Paulo. El resultado, en forma de tres piezas documentales de corta duración, se puede visitar en la galería Ad Hoc de Vigo hasta el 17 de enero.

Dos de los tres trabajos que conforman Cuadernos cuadriculados, habitaciones reservadas, envases dispuestos. Todo en orden, título de su cuarta exposición en la sala viguesa, fueron grabados por el artista desde su propia habitación en el hotel Saint Paul Residence Service de São Paulo, durante un mes.

El documental Habitación 109, incluido en la serie de tres, muestra el hotel como un micromundo visto desde dentro, a través de las observaciones del artista mediante grafismos en pantalla y las voces en off del gerente del complejo y de una de las empleadas de la limpieza, y desde fuera, proyectado hacia el exterior. "El anonimato que envuelve a las dos voces disemina sus identidades en los demás", explica. La cultura del trabajo que denotan las palabras de la limpiadora tiene correspondencia con secuencias que muestran su oficio dentro del hotel así como otras actividades laborales que ocurren en el exterior, sembrado de inmuebles colosales que empequeñecen la figura humana, aplastada por la inmensidad arquitectónica. En el mismo sentido, el orgullo de ciudad que exhibe el gerente paulista se refuerza con la imagen de los relojes de la recepción, que dan la hora de otras capitales del mundo.

La mirada del artista desde la habitación 109 se plasma en la videoinstalación multicanal Densidad relativa, velocidad controlada. Inquietante y poética, parece que nada ocurre a través del cristal de la ventana.