Irrupción brillante y tardía

Veinte años atrás no hubiese resultado extraño. En los tiempos que corren, sin embargo, el talento, en cualquier modalidad deportiva, aparece de forma precoz, de juveniles, o incluso cadetes, a la elite sin peaje previo. Pero todavía quedan casos, cada vez más excepcionales, como el de David Fuster (Oliva (Valencia), 1982), que hoy puede presumir de ser futbolista de Primera. "Es lo que hay. Me ha tocado llegar a los 27 años y quiero disfrutarlo".

Fuster ha pasado paulatinamente por casi todas las categorías del fútbol español. A los 21 años jugaba en el Oliva, el equipo de su población natal, en Preferente. "En aquel entonces pateaba campos de tierra de la Regional. Jugaba al fútbol porque es lo que más me gusta. Tenía otras aspiraciones en mente, como los estudios de INEF que, por suerte, me quedan tres asignaturas para concluir. Era duro ir a la Universidad en Cheste a las ocho de la mañana, acudir por las tarde a los entrenamientos a Oliva [a 90 kilómetros de distancia de Valencia] y regresar sobre la medianoche a Valencia donde compartía piso con otros estudiantes. En algún momento pensé si valía la pena tanto esfuerzo. Mi padre era albañil y con el fútbol me pagaba los estudios, el piso y poco más".

"Empecé a estudiar INEF y más de una vez me planteé si el fútbol merecía la pena"

Ascendió a Tercera con el Oliva y con 22 años fue reclutado por el Villarreal en la temporada 2004-2005 para su equipo filial, en el que permaneció cuatro temporadas, tres de ellas en Tercera y una última en Segunda B. A los 26 años, la tercera categoría profesional del fútbol español era su tope. Pensando en que no había posibilidad de dar el salto al primer equipo, el Villarreal traspasó a Fuster al Elche, reservándose, una opción de recompra por 500.000 euros. "Encaucé mi futuro de manera diferente. La máxima categoría me quedaba muy lejos. Te plantas en una edad que, o pegas un paso más, o lo dejas. Hice una buena temporada y me salió la oportunidad de ir al Elche", explica Fuster, consciente de que no le queda mucho tiempo para hacer fortuna. "La verdad es que no voy hacerme el más rico del mundo".

La Segunda, un paso más. 13 goles marcó en el conjunto ilicitano Fuster, ni delantero puro, ni centrocampista al uso, demostrando ser un excelente llegador, un futbolista de andares elegantes, de figura esbelta, que aparece desde la segunda línea en los tres cuartos de ataque y sorprende en la zona de remate. "Tengo buena calidad técnica, me muevo bien entre líneas en la posición de mediapunta, tengo visión de juego y mucha llegada", se define. Y además marca goles de todos los colores. Tres lleva hasta la fecha en nueve participaciones.

La posición que ocupa Fuster en el terreno de juego obliga a que el equipo renuncie a un delantero. Valverde le ha utilizado de titular en tres encuentros a domicilio (Sevilla, Atlético y Barça). "Es complicado jugar en el Villarreal, para mí y para todo el mundo", arguye Fuster. "A pesar de mi edad espero seguir mejorando y aportar el máximo para que el club consiga un titulo. Se lo merece". La Copa puede ser el camino más corto para lograr el sueño de Fuster. Balaídos y el Celta aguardan hoy (18.00, Canal + Liga, Gol tv).

Fuster agua la fiesta del Barça