Briatore gana la batalla a la FIA

Flavio Briatore, de 59 años, nunca aceptó la sentencia del Consejo Mundial de la FIA (Federación Internacional del Automóvil) que le condenaba a mantenerse alejado de por vida del mundo de la fórmula 1. Siempre afirmó que en el juicio sumario que le organizó el ya ex presidente de la FIA, Max Mosley, como responsable del accidente voluntario de Nelsinho Piquet en Singapur en 2008, hubo muchas irregularidades en las formas y que la misma sanción era insostenible.

Ayer, el Tribunal de Gran Instancia de París, al que recurrió en octubre para denunciar su situación, declaró que el ex director de la escudería Renault tenía razón. El juez del tribunal parisino afirmó categóricamente: "La sanción fue ilegal". Y levantó la condena indefinida que pesaba sobre la cabeza del magnate italiano, y también la de cinco años de alejamiento de la F-1 que arrastraba Pat Symonds, ex director de ingeniería del equipo Renault. El juez determinó también que ambos debían percibir una indemnización por daños y perjuicios de 15.000 y 5.000 euros respectivamente. Unas cifras muy lejanas del millón y el medio millón de euros que ambos reclamaban.

Según el juez, la FIA había sancionado a personas sobre las que no tenía autoridad

El Tribunal concede 15 días a la FIA para comunicar a los jefes de equipo de la F-1 y a todos sus colaboradores la rehabilitación de Briatore y de Symonds, so pena de tener que pagar 10.000 euros por cada día de retraso. Jean-Francois Prat, abogado de la FIA, anunció inmediatamente que apelarán. La decisión de ayer pone en entredicho la autoridad del Consejo Mundial y del sistema sancionador de la FIA.

El Tribunal de Gran Instancia, sin embargo, dejó claro también en sus resoluciones que allí no se había dirimido nada sobre la responsabilidad de Flavio Briatore en el accidente de Nelsinho Piquet en el Gran Premio de Singapur de 2008. "No tenemos competencia para ello", dijo el juez. Pero agregó que la FIA había impuesto una sanción a dos personas sobre las que no tenía ninguna autoridad. "Son terceros, con relación a la FIA", se comenta en la sentencia. "Pero no miembros de ella. Y, por tanto, no podía sancionarles".

Cuando el Consejo Mundial de la FIA dictó su sentencia, Briatore aseguró que se había tratado de una "venganza" de Mosley por la postura crítica que había mantenido contra él en temas como el KERS (aprovechamiento de la energía cinética) y la reducción de presupuestos. Ayer, el juez recuperó este argumento al señalar: "El señor Mosley desempeñó un papel determinante tanto en la instrucción del caso como en el mismo proceso, violando el principio de que la misma persona no puede realizar la investigación y juzgarla después". Y añadió que hubo también irregularidades porque no se convocó a Briatore ni se le informó de que se le estaba investigando hasta tres días antes de la reunión del Consejo Mundial.

"Es casi exactamente lo que pretendíamos", exclamó Philippe Ouakrat, abogado de Briatore, tras conocer la sentencia. "Y supone la rehabilitación total de mi defendido, que podrá regresar a la F-1 cuando él quiera".

Briatore, que ayer no estuvo presente en el juicio, se mostró pletórico. "Quiero expresar mi inmensa alegría, porque esta decisión me devuelve a la vez la dignidad y la libertad que pretendían quitarme de forma arbitraria". El ex director de Renault no prevé un regreso inmediato a la F-1. "Hay tiempo. Pero quiero dar las gracias a todos los que siempre creyeron en mí".

Briatore podrá regresar a la F-1 si algún equipo le contrata o si se convierte en propietario. Sin embargo, el peso de la responsabilidad de haber ordenado a Nelsinho Piquet accidentarse en Singapur en 2008 para facilitar la victoria de Fernando Alonso, le seguirá persiguiendo. De eso no le ha eximido ni siquiera la justicia ordinaria.