Alarte amplía su oferta de pactos, pero rechaza los "chantajes" de Camps

El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, amplió ayer la oferta de los temas sobre los que está dispuesto a llegar a acuerdos con el PP. Después de haber emplazado al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, al 7 de enero para hablar de agua -"sin que aún haya respondido"-, el líder de los socialistas valencianos abrió ayer el campo de juego al empleo, las grandes infraestructuras, la financiación y las cajas de ahorro.

Eso sí, "sin chantajes". Alarte sugirió que Camps ha trasladado a los socialistas de forma indirecta que sólo se sentará a hablar si el PSPV retira la querella que han presentado por presunta financiación irregular del PP en relación con el caso Gürtel. "Le rogaría [a Camps] que no cometiera la indignidad de enviarme a alguien con el recadito de que él sólo se sienta a hablar de los problemas de los valencianos si pedimos a algún magistrado que deje de investigarle. Si quiere nos sentamos, pero sin chantajes", subrayó Jorge Alarte. El responsable socialista no quiso dar muchas más pistas. ¿De dónde le llegan estos mensajes? "De todas partes", respondió Alarte, quien insistió en que son coincidentes: Camps sólo dialogará si "el PSPV pide a algún magistrado que deje de investigarle". Y ello, dijo, pese a que "otros magistrados, nada sospechosos de no ser amigos suyos, dicen que lo que hay que hacer es investigar a fondo".En su comparecencia, Alarte trasladó a Camps que su partido "no tiene ninguna duda de su posición" en materia de agua, financiación, infraestructuras y cajas de ahorro, ya que el PSPV "siempre estará en la defensa de los intereses de la Comunidad Valenciana y dispuesto al diálogo sincero, al pacto y al acuerdo".

El líder socialista contrapuso esta actitud a la del PP valenciano, que en su opinión ha puesto el Consell "al servicio" de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y su carrera para alcanzar la presidencia de Castilla-La Mancha. Alarte acusó a Camps de no atreverse por ello a "defender claramente la continuidad del trasvase Tajo-Segura".

Junto a la oferta de diálogo, el principal motivo de la comparecencia del líder socialista fue hacer balance de 2009, que definió como "el año del paro, Gürtel y [Ricardo] Costa". Con este escenario, que se proyecta hacia este año 2010, Alarte exigió a Camps "que se ponga a gobernar".

Le emplazó a que "defina una estrategia de cajas de ahorro", así como que "se siente con la comunidad educativa y las organizaciones sindicales". Apeló a Camps a hablar del paro en una sesión extraordinaria en las Cortes valencianas y a que "deje de dedicarse a las grandes retóricas". Además, le solicitó que "hable de los documentos que le han presentado las organizaciones empresariales y que no las obvie como si no existieran", y que elabore una ley urgente para la aplicación de la Ley de Dependencia.

No obstante, ante la "falta de proyecto y de liderazgo" de los populares, el responsable del PSPV consideró que la "única solución real es la convocatoria de elecciones" para abrir un tiempo de cambio.

Alarte también realizó un repaso por las políticas sociales. Recordó los conflictos con el sector educativo -los barracones, la protesta contra Educación por la Ciudadanía en inglés- y los problemas relacionados con la lenta aplicación de la Ley de la Dependencia -"hay 35.000 personas que esperan en sus casas las aydudas"-.

El responsable del PSPV también se detuvo en describir las elevadas tasas de paro: "entre noviembre de 2008 y 2009 ha habido un incremento del 41% en la Comunidad Valenciana frente al 29% en España".

Todo ello, junto al caso Gürtel, del que "queda por ver parte del sumario, nuevas investigaciones y la decisión del Tribunal Supremo" sobre el archivo del caso de Camps y otros altos cargos por aceptar ropa de la trama corrupta, ha dado como resultado que la Comunidad Valenciana haya sido noticia el año pasado "por la corrupción, la descomposición del PP, el agotamiento de un proyecto y la crisis de un liderazgo".