La Bolsa española se desmarca de la recesión y sube un 29,8% en 2009
El Ibex 35 lidera las revalorizaciones entre los principales índices mundiales - La renta variable acumula un rebote del 75% desde los mínimos de marzo
España será de las últimas potencias económicas en decir adiós a la recesión pero este dato poco parece importar a los inversores. La Bolsa española cerró ayer su segundo mejor año de la última década, sólo superado por 2006, y vuelve a liderar las revalorizaciones entre los principales índices bursátiles del mundo.
El Ibex 35, que ayer cayó un 0,79%, ganó un 29,84% en 2009, un año marcado por la volatilidad y que fue de menos a más. El ejercicio comenzó con el pánico instalado en el mercado. El miedo a una recesión de dimensiones jamás conocidas llevó a los índices a marcar a comienzos de marzo sus niveles más bajos en seis años. A partir de ahí la calma retornó al parqué gracias a que las medidas excepcionales adoptadas por gobiernos y bancos centrales lograron fijar un suelo para la caída de la actividad económica mundial y de los beneficios empresariales. Desde sus mínimos, el Ibex 35 ha acumulado un rebote del 75% y ha recuperado cerca de 161.000 millones de capitalización bursátil.
El peso de cinco valores condiciona un 72% de lo que hace el mercado
Vueling protagonizó la mayor subida y SOS la principal caída
En el resto de mercados el año ha sido también de subidas generalizadas. El Euro Stoxx 50, índice que agrupa a las mayores compañías del área euro, ganó un 21,2%, el Dax alemán se revalorizó un 23,8%, el Cac francés un 22,3%, el Footsie británico un 21,7%, el Dow Jones estadounidense un 20% y el Nikkei japonés un 19%. En algunos de estos mercados como los casos de Nueva York o Tokyo hoy también es día de contratación.
Especialmente destacado ha sido el comportamiento experimentado por algunas Bolsas de países emergentes, sobre todo latinoamericanas. El índice Bovespa brasileño, por ejemplo, acumuló de enero a diciembre un ascenso superior al 80%, mientras que las ganancias en el Mexbol mexicano sobrepasaron el 40%.
La necesidad de liquidez de los inversores ha hecho que éstos primaran los grandes valores en detrimento de las compañías de menor tamaño. El índice que agrupa a las empresas medianas españolas (Ibex medium caps) sólo subió un 13,8% en 2009, mientras que el indicador de los pequeños valores (Ibex small caps) ganó un 17,5%.
De los 122 valores que componen el índice general de la Bolsa de Madrid sólo 28 de ellos acabaron el año con caídas. Vueling, con una revalorización del 273%, fue la compañía cotizada que más se revalorizó en 2009, seguida de Técnicas Reunidas (117%) y Jazztel (105%). En cambio, las compañías que sufrieron las correcciones bursátiles más severas son Sos Corporación (-80,74%), Cepsa (-67,8%) y Metrovacesa (-58,9%).
La divergencia entre el comportamiento del PIB español y la evolución de su Bolsa se explica por dos factores que impiden que el mercado sea un termómetro fiable del tejido económico doméstico. El primero de estos factores tiene que ver con el perfil cada vez más multinacional de muchas de las compañías cotizadas. La internacionalización que han emprendido en la última década ha diversificado sus fuentes geográficas de ingresos y las hace depender menos del crecimiento de la economía española. Durante los seis primeros meses de 2009, por ejemplo, las empresas del Ibex 35 han generado casi el 51% de sus ventas fuera de nuestras fronteras.
El segundo factor que condiciona la evolución de la Bolsa española es el enorme peso que tienen las grandes compañías, mucho más elevado que en otros mercados. Cualquier movimiento en la cotización de estas empresas va a determinar el rumbo que tome el mercado en su conjunto. Las dos principales compañías del Ibex 35 por capitalización bursátil, Banco Santander y Telefónica, suman un peso en el índice del 53,26%. Si se le añaden BBVA, Iberdrola y Repsol, la ponderación de los blue chips en el selectivo es del 71,73% (hace cinco años el peso era de sólo el 58%). La elevada concentración del peso en el índice queda patente al comprobar la aportación de las compañías en su revalorización. En 2009 el Ibex ha pasado de los 9.195 enteros a 11.940; de esos 2.745 puntos los cinco grandes han aportado 2.399 puntos.
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