Detenidos varios empleados del aeropuerto de Barajas por introducir cocaína

Varios empleados del aeropuerto de Madrid-Barajas han sido detenidos y acusados de introducir en las instalaciones cocaína procedente de República Dominicana. Los trabajadores recogían supuestamente el estupefaciente que habían guardado los pasajeros en papeleras y falsos techos, entre otros lugares. Después, los ocultaban entre sus herramientas de trabajo o en sus pertenencias personales para sacarlos del aeropuerto, según informó ayer la Dirección General de la Guardia Civil.

Las investigaciones comenzaron el pasado septiembre, cuando los guardias civiles destacados en Barajas detectaron movimiento de droga en el aeropuerto. La organización estaba presuntamente liderada por J. M. D. A., un empresario de restauración de Madrid, que también es dueño de varias gasolineras en Castilla y León.

La droga llegaba a España a través de vuelos turísticos procedentes de Punta Cana. Las mulas llegaban a Barajas tres o cuatro veces a la semana, lo que permitía a la organización introducir unos 20 kilos de cocaína al mes, según los cálculos de los investigadores.

Para financiar la compra de la droga, la organización se dedicaba a comprar objetos robados y venderlos posteriormente, en especial productos informáticos y pequeños electrodomésticos. Algunas veces asaltaban los camiones que transportaban esta mercancía. Paraban a los conductores haciéndose pasar por policías. Una vez que se hacían con los tráilers, abandonaban a los chóferes en lugares apartados y trasladaban la mercancía a una nave en la localidad madrileña de Móstoles. Allí la almacenaban hasta que encontraban comprador.

La Guardia Civil ha detenido a 13 personas de diversas nacionalidades: un español, tres colombianos, seis dominicanos, un italiano, un argelino y un portugués. Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) han recuperado efectos valorados en 100.000 euros y más de 30 kilos de cocaína de gran pureza.