"Me parezco a Guardiola en el diálogo con los jugadores"

Xavier Pascual (Gavà, Barcelona; 1972) se ha consolidado como técnico del Regal Barcelona gracias al acierto y la madurez que ha demostrado desde un banquillo en el que pasó de segundo a primero tras la destitución de Dusko Ivanovic en febrero de 2008. Los resultados son tan satisfactorios que la Asociación de Entrenadores le eligió como el mejor de la pasada temporada y en noviembre el Barça le renovó el contrato por una temporada más. El rendimiento de su equipo en este ejercicio es especialmente positivo, con una sola derrota y 22 victorias, incluido el título que ganó, la Supercopa española, al vencer precisamente al Madrid, el rival al que se enfrenta hoy en un partido muy esperado.

"Ricky ni lanza poco ni lanza mal. Es un jugador de 19 años en fase de crecimiento"

"El Madrid tiene una plantilla de lujo y se le juzga como si no tuviera equipo"

Pregunta. ¿Mejor imposible?

Respuesta. El balance es inmejorable. El crecimiento del equipo y su juego, teniendo en cuenta que partíamos con cinco nuevas incorporaciones... Estamos contentos pese a las dificultades y la exigencia del equipo en el sentido de que las expectativas son altas y es difícil convivir con ellas.

P. La defensa de su conjunto es sobresaliente. Ha recibido una media de 62,2 puntos en la Liga y de 61 en la Euroliga.

R. Hemos mejorado mucho en ese aspecto. Tenemos el espíritu de jugar con intensidad en la defensa y estamos convencidos de que es el camino idóneo. Hemos estado brillantes en algunos partidos. Y en general, bien. A veces han intentado jugarnos con tiempos de posesión muy largos, pero tampoco es tan fácil tener la bola los 24 segundos. Hemos logrado correr incluso ante adversarios así.

P. ¿Fue aleccionadora la derrota ante el Gran Canaria?

R. Es evidente que no podemos ganar todos los partidos. Aquel traspié nos hizo crecer. Mucha gente opina de aquel partido sin haberlo visto. El Gran Canaria estuvo extraordinario; nosotros, correctos. No fue un partido en el que no estuviéramos o nos faltara voluntad. No se puede ganar todo. Pero, cuando miras atrás, ves algo potente, aunque prefiero hablar de los retos que vienen.

P. Habla como Pep Guardiola.

R. Es como tiene que ser. El sello Barça está por encima de los entrenadores. Pero es posible que tengamos una manera de entender las cosas relativamente parecidas, aunque se trata de deportes diferentes.

P. ¿Le gusta el fútbol?

R. Sí, soy muy futbolero.

P. ¿Y qué le gusta de Guardiola?

R. Me quedaría con lo que no veo. Es comunicativo con el jugador y capaz de extraer lo mejor de cada uno desde el respeto y la exigencia. Es una de las cosas complicadas del entrenador: la combinación entre la autoridad y la comunicación y la tolerancia. Estoy convencido de que, en este sentido, no somos demasiados dispares.

P. Lo único que faltaría...

R. Haber sido jugador de élite como él, ¿no?

P. No. Iba a comentarle que no han salido pedros y busquets en el baloncesto.

R. Ya hay jugadores de la casa en el equipo, formados aquí. Pero, sí, me gustaría sacar en un futuro próximo algún jugador joven más. Pero depende de muchas cosas. La exigencia es máxima y el jugador de baloncesto, seguramente, no está preparado tan rápidamente como el de fútbol. Se necesita mayor tiempo de maduración en un deporte de cinco, en el que la responsabilidad nunca se puede diluir y en el que no hay tiempo para hacer cosas y no desentonar.

P. ¿No tiene un problema de distribución de minutos con una plantilla tan larga?

R. La temporada es muy larga. Ahora mismo, todos los jugadores están haciendo de forma correcta los deberes para cuando llegue el momento de estar ahí y jugar. Con la plantilla al completo, no habría ningún jugador que pasara de 21 minutos. Pero es evidente que, cuando se lesionan a la vez Navarro y Basile ante Estudiantes, sin una plantilla larga no habríamos tenido posibilidad de seguir ganando. Luego perdimos a Jaka [Lakovic] unas tres semanas. Seguir en esta línea de exigencia nos habría costado mucho más. Pienso que es un acierto en un equipo como el nuestro, que jugará unos 80 partidos, tener una plantilla larga para llegar bien a los momentos decisivos.

P. Está sorprendiendo que Ricky Rubio tire tan poco...

R. Lo que sorprende es que se hable tanto de eso.

P. ¿Le molesta?

R. Me molesta que se hable de cosas que se desconocen. Unos hablan de que lanza poco y otros de que lanza mal. Ninguna de ambas cosas son ciertas. Entre otras razones, porque se trata de un jugador que tiene 19 años y que aún está en fase de crecimiento y mejora. No hablamos de uno de 34 años. Tiene un camino de mejora espectacular. Está en una fase de formación total en algunos aspectos, en crecimiento. Y, si se fijan en los últimos partidos también, cuando hay ocasión, lanza de tres. Todo es un proceso normal, de adaptación al primer equipo, de ir paso a paso y mejorando su tiro.

P. ¿Quizá no les interesa un base muy anotador?

R. Ricky tiene mucha importancia en el engranaje del equipo y lanza los tiros que el equipo necesita y en el momento en que los necesita. Pero, además, es un jugador que disfruta haciendo mejor a los demás, viendo las situaciones y pasando. Esas características las pone al servicio del equipo. Un base tiene que tirar cuando realmente lo necesita el equipo. No hay necesidad de que siempre anote.

P. ¿Trabaja para mejorar el tiro?

R. Es evidente que trabaja muchas horas y también horas que no son de trabajo en grupo para hacer posible esta mejora. Él tiene que jugar bien, como está haciéndolo. Está en el camino correcto, creciendo muchísimo. Cada día trabaja con el espíritu de ser mejor. Estoy contento con él y con todos los demás.

P. ¿Y Lorbek?

R. Es un jugador que ya nos interesó cuando estaba en Roma, que es de mi agrado y, pese a que ha tenido algunos partidos últimamente con problemas de faltas, está llamado a ayudarnos mucho.

P. ¿Evita la comparación constante con el Madrid?

R. Intento vivir las cosas desde el reto y la amenaza; marcar pequeños objetivos asumibles, que se pueden tocar con la mano, y luego ganas o pierdes. No tenemos una especial mirada hacia un equipo. Ya veremos al final cómo está cada uno.

P. ¿No le ha llamado la atención la racha del Madrid?

R. Todo es un poco relativo. Entiendo que vende. La Liga regular no se define muchas veces por haber ganado dos prórrogas o haberlas perdido. Pero se resalta, de la misma forma que nosotros podemos haber ganado algún partido ajustado. Es cierto que somos los dos equipos que lo llevamos mejor. El Madrid ha confeccionado una plantilla de lujo. Pero hay una corriente, de mucha gente, de no querer reconocerlo. Fichó a Prigioni, el mejor base de los últimos años; a Kaukenas, que mostró una capacidad de anotación extraordinaria en Siena; a Lavrinovic, a quien ya intentamos fichar aquí; a Velickovic, con características muy valiosas y especiales, el único así en Europa junto a Ilyasova; a Garbajosa, un líder de la selección española y que lo ha ganado todo; y ahora a Jaric, base de la Yugoslavia campeona y muchos años en la NBA. Pero se mantiene esa corriente general de juzgarlo como si no tuviera equipo cuando tiene una plantilla muy larga y se permite incluso el lujo de prescindir de tres jugadores que a otro equipo le harían candidato al título, como son Raúl López, Hervelle y Mumbrú...

P. ¿Cómo prevé que será este primer partido de la fase regular?

R. Iremos los dos de frente y no renunciaremos a imprimir velocidad. Cada uno intentará imponer su ritmo. Pienso que nos moveremos en torno a los 70 puntos y que será igualado. Defenderán pequeños detalles, tal vez las pérdidas del balón en la primera línea de pase o el rebote ofensivo.