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Reportaje:

Baloncesto solidario

La Federación Española implanta en Senegal, Malí y Costa de Marfil un modelo de integración social similar al de La Masía del Barça

"Hacer que el deporte en general y el baloncesto en particular formen parte de lo cotidiano". La frase de José Luis Sáez es la idea que subyace en los programas sociales que lleva a cabo la Federación Española de Baloncesto (FEB) que él preside y que, desde 2007, han dado un salto de calidad con el inicio de una cooperación internacional que se concreta en Marruecos, Senegal, Malí y Costa de Marfil. En estos tres últimos países, y con la colaboración de la Agencia Española de Cooperación Internacional y FIBA África, el proyecto está a punto de arrancar con la creación de Casa España. Se han rehabilitado antiguas escuelas en estado de semiabandono con la pretensión de que puedan ser utilizadas como centros de captación y residencia para niños, de entre ocho y doce años de edad, a los que se atenderá desde aspectos como la nutrición y la sanidad y se les dará una formación integral en los valores de la vida a través del baloncesto.

"El objetivo, en este caso, no es captar deportistas, sino solucionar las necesidades primarias de gentes muy necesitadas", afirma Alfonso Seoane, el director de la Fundación Sociocultural Baloncesto, de la FEB; se trata de un proyecto muy transversal en el que el deporte se utiliza como terapia para los problemas sociales". En Senegal, Malí y Costa de Marfil, la formación empieza desde cero: "Hay que explicar hasta lo que es un balón de baloncesto. Pero queremos huir de la tentación de crear un nicho para la formación de deportistas de élite". Con el fin de cubrir las necesidades básicas, insiste Seoane, también se crearán centros de asistencia primaria. Y en Abiyán, la capital de Costa de Marfil, empezará a funcionar el 1 de febrero, con el nuevo material proporcionado por la FEB y la Agencia Española de Cooperación, un Centro de Medicina Deportiva.

Además de recursos y material, la FEB envía a los países en cuestión a sus entrenadores para que formen a los técnicos locales. "No tenemos voluntad de permanencia en estos centros. Cuando estén en pleno funcionamiento, al cabo de dos o tres años, se los cederemos a los gobiernos en cuestión", explica Seoane.

Hace dos años ya se puso en marcha la Escuela Deportiva Tánger en colaboración con el club IRT Tánger. La FEB se ha encargado de la formación de los equipos inferiores de esta entidad y dirige la formación de 400 niños y un grupo de técnicos.

José Luis Sáez.
José Luis Sáez.

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