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Reportaje:NBA

El gran estirón de Pau Gasol

El 'pívot' de los Lakers dispara su media de rebotes y sube al podio estadístico de la Liga junto a LeBron James y Dwight Howard

Robert Álvarez

Kevin Garnett, un superatleta a veces arrogante y ventajista -fuerte con el débil y débil con el fuerte-, se ha convertido en la unidad de medida de Pau Gasol en la NBA. Paradojas de la vida. Uno de los jugadores a los que de adolescente más admiraba el español se convirtió en un encarnizado y poco noble rival. Nada más aterrizar en la NBA con los Grizzlies, Gasol sufrió el escarnio de Garnett, que machacó el aro y, acto seguido, le miró con el desprecio de un abusón, pero demostró de inmediato que su imagen de novato imberbe e indolente era muy engañosa. Pocos días después le devolvió el mate a Garnett y a dos jugadores más de los Wolves en su intento de frenarle. Fue sólo el principio.

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En junio de 2008 volvieron a tenérselas tiesas, pero esta vez en la final de la NBA, uno con la camiseta de los Celtics y otro con la de los Lakers. Gasol, con la espalda y un tobillo maltrechos, tuvo que bregar al tiempo que soportaba las inmisericordes críticas de la prensa estadounidense a pesar de que, con Bynum recién salido de una lesión, se quedó muy solo en la lucha contra Garnett y Perkins. "Me frustra que aún me llamen blando", estalló Gasol mientras se desvanecía su sueño de ganar su primer anillo. No iba a tardar mucho en lograrlo.

Un año después, repuesto de sus achaques físicos, trabajando a fondo en el gimnasio, junto a los fisioterapeutas de los Lakers y a su preparador físico personal, Joaquín Juan, Gasol se merendó a todos y cada uno de cuantos pívots aparecieron en el camino de su equipo hacia el título: desde Boozer y Okur, hasta Dwight Howard pasando por Yao Ming, Scola, Nené y Kenyon Martin. Se lastimó un dedo, pero se recuperó a tiempo para ganar el Europeo con la selección española. Volvió a lesionarse antes de dar inicio la temporada. Pero, tras su reaparición, ha consolidado su impresionante mejora en el rebote. Suma la friolera de 3,2 más de media respecto a la pasada campaña. Ha demostrado que no eran vanas sus palabras cuando explicó cómo le ganó la partida a Superman Howard: "He progresado físicamente. Estoy capacitado un poco más para mantener mi posición. Me siento un poco más fuerte".

Si alguien tenía dudas sobre la calidad superlativa de Gasol, ahí están sus estadísticas. En sus 14 partidos de esta temporada su rendimiento es mejor que nunca, tan bueno que le disputa el trono de mejor reboteador de la NBA a Howard. Sólo les separan 0,2 rebotes de media, y en lo que la NBA denomina efficiency, un cómputo de todas las estadísticas, con una nota de 28,6, sólo es superado por LeBron James (30,3) y Chris Paul (29,2) y, a su vez, supera a Tim Duncan (27), Dirk Nowitzki (26,6), Chris Bosh (26,4), Carmelo Anthony (25,5) y la gran estrella de su equipo, Kobe Bryant (25,4). Los Lakers reconocen el valor de Gasol e intentan cerrar un acuerdo para renovar su contrato hasta 2014. Le quedan dos temporadas de contrato, la presente, en la que percibe unos 11,5 millones de euros, y la próxima, en la que cobrará 12,4 millones. La nueva firma le aseguraría unos 42 millones y le situaría entre los diez jugadores mejor pagados, que en este momento son Tracy McGrady, Bryant, Jermaine O'Neal y Tim Duncan, con contratos que rondan los 16 millones anuales. "Quiero seguir aquí todo lo que pueda. Que Kobe y yo podamos seguir juntos en los Lakers hasta 2014 habla muy bien de lo que es este equipo y de la política deportiva de la franquicia", manifestó el 16 de la escuadra de Los Ángeles en Eurosport.

Su objetivo más inmediato es repetir el título alcanzado la pasada temporada. Por el momento, los Lakers cuentan con el mejor balance de la Liga, con 21 victorias y cuatro derrotas, por delante precisamente de los Celtics, con 20 y cinco, que vuelven a perfilarse como favoritos a disputar el título.

Más allá de las finales de junio, Gasol, a sus 29 años, sopesa la posibilidad de disputar en agosto el Mundial en el que España defenderá su corona de 2006. "La posibilidad de que lo juegue es remota. La selección es una de las cosas más importantes para mí, pero, si pretendo mantener mi cuerpo en condiciones y seguir jugando, no puedo hacer lo que hasta ahora. Tiene que haber un momento en el que parar y seguramente sea ése", advierte.

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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