El inicio del proceso de ajuste
En pocos países como España se ha planteado de forma tan cruda la disyuntiva entre seguir con el gasto público para reactivar la economía o pisar el freno. En 2009, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue el que más dinero puso contra la recesión (un 2,3% del PIB) dentro de la UE, ante la evidencia de que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria oscurecía aún más el horizonte de la economía española. Pero ha sido también uno de los primeros en tomar el camino del ajuste presupuestario, que empezará a hacerse notar en 2010.
El importe de las medidas anticrisis para el próximo año ha encogido de forma radical. En paralelo, el Gobierno empezará a aplicar en 2010 una subida del IVA (hasta el 18%) y del recargo a las rentas del ahorro en el IRPF (hasta el 21%), además de eliminar la deducción de los 400 euros en el impuesto sobre la renta, de eficacia dudosa. Además, ha vuelto a recortar los gastos corrientes (unos 4.000 millones), ha reducido al mínimo la subida salarial para los funcionarios y sólo repondrá un 15% de las bajas que se produzcan en la plantilla de la Administración central.
