Educación sancionó a un profesor por una discusión sobre la caldera

Una típica clase de Educación Física, a primera hora de la mañana, acabó del 28 de enero de 2008 con "dos sanciones graves" y 20 días de suspensión de empleo y sueldo para el profesor José Ramón Navarro del IES Joanot Martorell de Elche. La salida de tono de Navarro al dirigirse al conserje para expresar su "impotencia e indignación por la falta de calefacción y agua caliente en los vestuarios" de los alumnos desde octubre de 2007 hasta esa fecha, fue interpretada por el entonces director Nicolás Gálvez como una "vejación" y "humillación" hacia el bedel y hacia él mismo. A Gálvez no le importó que el profesor se hubiera disculpado inmediatamente con el conserje. "Alfredo, lo siento, estaba nervioso y te pido disculpas por si te he podido ofender", reconoció el docente en el pasillo en el que habían sucedido los hechos.

El inspector propuso su "destierro" de Elche durante dos años

CC OO, que ha ganado el juicio, prepara la denuncia por "prevaricación"

El tema parecía haber quedado "zanjado". Pero no para Gálvez, que había sido nombrado a dedo por la consejería y acabó siendo cesado en julio de este año debido al "conflicto" permanente sostenido con el AMPA (al que no permitía reunirse), con el claustro de profesores (porque expulsó a los sindicatos) y con los alumnos por su "autoritarismo".

El conserje no sólo había aceptado las disculpas en el momento mismo del cruce de palabras, sino que lo confirmó luego durante el proceso judicial en el juzgado número 8 de Elche interpuesto por el profesor contra la resolución sancionadora del director General de Personal de la consejería.

"Conozco al profesor Navarro desde hace 7 años, nunca he tenido ningún problema con él y mantenemos una relación cordial desde que nos conocemos", declaró el conserje ante la juez. "Lo ocurrido el 28 de enero fue una discusión puntual de trabajo, que suelen ocurrir ocasionalmente y que, tras las disculpas del profesor, quedó totalmente zanjada y solventada".

Navarro y López mantenían, según el conserje, "una comunicación fluida y completamente normalizada". De hecho, confesó ser "el primer sorprendido de que un incidente tan insignificante pueda ser motivo de sanción".

Navarro, según testimonios del personal del instituto, "llevaba 9 años en el centro y no había mantenido ningún conflicto" con nadie. Es más, tenía "fama de ser bastante tranquilo".

Pero también "estaba harto" de los problemas recurrentes de la calefacción en el gimnasio y vestuarios. Y de la actitud poco democrática del director Gálvez, que había sido reprobado por todos los sindicatos de la Junta de Personal Docente de Alicante.

Pero ese 28 de enero, comenzó un calvario para este profesor que pasó ocho meses de baja con síndrome ansioso depresivo- debido a las "represalias" y la "persecución" a que fue sometido "durante casi dos cursos, bajo la supervisión del inspector de zona", José Manuel Payá. Éste llegó a pedir su "destierro de Elche durante 2 años", como sanción, pese a tener el destino definitivo el centro, por creer que su actitud crítica buscaba "derrocar al director", explica Navarro en entrevista.

El 29 de noviembre la juez sentenció la "nulidad de pleno derecho de las dos sanciones impuestas". Ahora, junto con su abogada de CC OO, Dolores Samper, que ha ganado este juicio, recaban pruebas para denunciar a la consejería por "prevaricación" y "acoso". Educación se limitó ayer a decir que "acatará la sentencia".

La tensión en que Gálvez y el inspector Payá sumieron a este instituto público provocó la convocatoria de elecciones democráticas en septiembre, lo que "ha devuelto la normalidad al centro", subraya Navarro, totalmente reincorporado.

53 profesores, sindicatos de la Junta de Personal Docente y las federaciones de padres le han apoyado durante el "acoso laboral" y "abuso de poder" sufridos, recuerda con agradecimiento.