"Sentido común, Alejandro"
La oposición ironiza sobre el consejero y la miopía de los ordenadores
El rechazo del consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, a firmar el convenio del Plan Escuela 2.0 con el ministerio para facilitar ordenadores a 50.000 alumnos de quinto de Primaria, con el argumento de que los aparatos que prevé el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pueden causar miopía, fue blanco de todo tipo de ironías ayer por parte de los grupos de la oposición.
Ni Esquerra Unida, ni Compromís pel País Valencià ni el PSPV-PSOE dejaron escapar la oportunidad de aludir a la pintoresca argumentación de Font de Mora que deja perder 11,5 millones de euros destinados al plan. La portavoz de Compromís pel País Valencià, Mònica Oltra, aprovechó una de sus intervenciones en el debate de la Ley de Presupuestos para burlarse de la postura del consejero. En un momento en que estaba criticando al PP por su victimismo, la dirigente de Iniciativa del Poble Valencià recriminó al Consell que "se ponga a llorar por la falta de financiación de Zapatero y rechace 11,5 millones". La parlamentaria añadió: "Por cierto, voy a quejarme a la Mesa de las Cortes porque con esos ordenadores pequeñitos que nos han puesto nos quedaremos todos miopes".
Por la tarde, la diputada socialista Ana Noguera empezó su intervención con una anécdota. Explicó que el martes el propio Font de Mora le explicó que tenía una reunión ayer en Madrid con el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, y no podría estar presente en el momento en que se debatieran las enmiendas correspondientes al bloque educativo. Noguera le respondió. "!Sentido común, Alejandro! ¡Sentido común!".
La diputada aseguró que Font de Mora se ha convertido en el hazmerreír de España, no sólo con su intento frustrado de obligar a impartir Educación para la Ciudadanía en inglés sino también con su actitud de decir "no me dé el dinero porque los ordenadores que construye Zapatero por la noche pueden dejar miopes a los niños valencianos". Noguera dijo al PP: "Han llevado ustedes el victimismo y el populismo de '¡que pague el otro!' al ridículo más absoluto".
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