"No más derrotas en el último minuto"
Bronca de Cerezo a los jugadores del Atlético, que han perdido seis puntos al borde del final
"¡Que somos futbolistas! ¡Ni que fuéramos un bufete de abogados!". A falta de buenos resultados, los jugadores del Atlético se tomaron con humor el aluvión de reuniones de los últimos siete días. Si la derrota en la Champions contra el Oporto (0-3, la peor del club en Europa) impulsó al presidente, Enrique Cerezo, a pasarse por el vestuario, el bochorno en la Liga frente al Villarreal (1-2) propició que el equipo mantuviera ayer nuevos cónclaves. Primero, Quique Flores leyó la cartilla a sus jugadores durante media hora antes del entrenamiento. Recién pasados por la ducha, los técnicos y ellos acudieron al estadio Calderón. Cerezo llevó la voz cantante. "O reaccionáis o volvemos abajo, en donde ya estuvimos una vez", retumbó en la sala de juntas con el descenso a la Segunda División en la temporada 1999-2000 cargando el ambiente; "no podéis perder otra vez en el último minuto". Y es que el Atlético se ha dejado ni más ni menos que seis puntos al borde del pitido final: Almería (2-2: dos), Mallorca (1-1: dos) y Villarreal (1-2: uno) en casa y Deportivo (2-1: uno) a domicilio. Con ellos iría ahora el décimo en la clasificación y no estaría sólo con uno de margen respecto al descenso.
Cerezo hizo luego un aparte con Maxi, afín a la cúpula directiva, en un restaurante de la Cava Baja. Los comensales enmudecieron cuando el dirigente cruzó poco después de las 15.10 la puerta acompañado del centrocampista argentino, que termina su contrato el 30 de junio de 2010 y que a partir del 1 de enero próximo puede negociar su salida sin que las arcas rojiblancas vean un euro. La pareja habló durante dos horas sobre el equipo a la vista y el oído de los demás clientes en vez de hacerlo en un reservado.
"¿Se puede saber por qué se han reunido? Maxi renunció al cargo de capitán en la pretemporada porque tenía pocos apoyos. Ahí tenía que haber estado Antonio López o alguno de los segundos capitanes, Simão o Forlán", se indignó el vestuario. Cerezo acaparó la mayor parte del vis-à-vis insistiendo a Maxi en el mensaje que había lanzado ya a la plantilla, aunque también hubo críticas para Abel Resino, el anterior entrenador, y Perea, entre otros jugadores, como se escuchó nítidamente en el comedor de la Casa Julián de Tolosa.
Juanito también contribuyó a la marejada. El central, fichado porque llegaba libre del Betis, con el que descendió a Segunda el curso pasado, acusó veladamente a Asenjo de ser el culpable del primer gol del Villarreal. "Es un poquito fallo colectivo e individual en este caso porque la marca la tenía [Asenjo] más cerca. El primer gol es mucho más evitable porque hay una falta de comunicación entre el portero y la defensa que podíamos haber solventado fácilmente. El segundo es un poco desafortunado porque lo hice yo en propia meta", analizó el zaguero, que, al igual que Quique, ve el futuro muy negro: "La ansiedad puede con el equipo. Necesitamos dos meses de dinámica positiva". Y menos concesiones: el cuadro de Ernesto Valverde remató en 21 ocasiones, de las que 11 fueron a puerta. El Atlético, el tercer conjunto más rematador de la Liga, lo intentó ocho veces. Dos fueron entre los tres palos.
La noticia positiva la dejó Reyes. El extremo recibió el alta médica por la mañana después de pasar la noche del domingo en la Clínica FREMAP, de Majadahonda, tras sufrir un esguince cervical ante el Villarreal. El sevillano estuvo en observación y fue sometido a una resonancia magnética y unos estudios neurológicos sin que se le detectasen mayores problemas.
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