Diego Costa rescata al Valladolid

Un buen rato de fútbol de Diego Costa rescató al Valladolid de un partido espantoso y le robó al Málaga la segunda victoria de la temporada. Mendilibar no acierta a dar a su equipo la personalidad que siempre le había distinguido y cada paso al frente, un empate en Sevilla, tiene respuesta inmediata con un traspié ante los equipos con los que se va a jugar la permanencia: el Xerez, el Tenerife y ayer el Málaga. No hay modesto que no se haga grande en Zorrilla.

En poco más de cinco minutos adivinó el Málaga que lo que tenía enfrente era un chollo, una defensa inmóvil y completamente descoordinada, las bandas despejadas, el portero hecho un lío cada vez que el cuero volaba sobre su cabeza. Duda fue el primero en leerlo, en dar órdenes y en organizar el ataque. La foto comenzó a repetirse con insistencia: los centrales parados, los delanteros como flechas hacia la portería sin oposición. Ocasión a ocasión, el Málaga se fue acercando al gol hasta que en otra repetición Duda colocó el balón en la red y terminó de descoser al Valladolid, que se pasó otro cuarto de hora esparciendo golpes que no terminaron bien por la ineficacia de Obinna en el área.

Mendilibar no encontraba con qué reaccionar, el descanso no había servido para nada y su equipo se asfixiaba. Pero el Málaga rebajó el tono. Duda ya no podía con todo. Y apareció Diego Costa pegado a la banda. La primera carrera puso al equipo andaluz en estado de excepción. La segunda fue un pase de gol que Munúa acertó a salvar. Mendilibar puso en el césped a Medunjanin y el Valladolid comenzó a golpear sin pausa hasta que llegó el gol de Nivaldo que redimió su partido horroroso y concedió un empate a los dos equipos que más empatan del campeonato.