Tiger Woods, que estás en los infiernos
El escándalo por sus múltiples infidelidades convierten al 'número uno' del golf, el hombre 'perfecto', en un villano obligado a renunciar a su carrera para centrarse en salvar su matrimonio
Cada día ha sido peor que el anterior y no parece que la tendencia vaya a cambiar: aunque se haya tocado fondo en el asunto de sus relaciones extraconyugales, ya se comenta una adicción de Tiger Woods, de casi 34 años, a los calmantes y los somníferos. Al menos una docena de mujeres dicen ya haber mantenido relaciones sexuales con Woods, que ha perdido los nervios, y puede que su carrera deportiva, como nunca ante el putt final para ganar un torneo. La imagen de la perfección que ostentaba el prodigioso golfista estadounidense se ha ido corroyendo en las últimas dos semanas y en la noche del viernes se desmoronó por completo con su confesión de "infidelidades" y el anuncio de su abandono del circuito profesional por un periodo indeterminado. El golf acaba de perder a su estrella dominante durante el último decenio y queda un vacío que en este momento parece imposible de llenar. Las cadenas de televisión pierden a su mayor captador de audiencias.
El gran campeón está siendo expuesto sin piedad al escrutinio público
Su esposa ya piensa en irse a residir a Suecia, su país, junto a sus dos hijos
Woods se aleja de los campos y dejará de concentrarse en ganar trofeos para poner toda su energía en intentar salvar su matrimonio con la ex modelo sueca Elin Nordegren, con quien tiene dos hijos, que se ha roto en pedazos como su coche al chocar contra una boca de riego y un árbol en la madrugada del día siguiente al de Acción de Gracias, el 27 de noviembre. Todo, a las puertas de su millonaria casa de Florida y todo lo suficientemente confuso, todavía ahora, para que haya ido generando cada día un nuevo titular más escandaloso en otro tabloide y cada día prácticamente haya aparecido la imagen, en general rubia, de otra mujer asegurando que compartió lecho con él. Y todo, sobre el hombre con una vida privada inviolable y perteneciente al estante de los libros de cuentos de hadas.
Ahora ya no queda nada de eso. Woods está siendo expuesto sin piedad al escrutinio público y tratado de forma inmisericorde por una sociedad, la estadounidense, que respecto a otros casos -ya haya sido asesinato o supuesta violación: léase O. J. Simpson o Kobe Bryant- ha sido mucho más compresiva y laxa. Ser perfecto y tener una vida envidiable se paga.
"Tras un periodo de reflexión, he decidido tomar un descanso indefinido en el golf profesional. Necesito concentrar mi atención en ser un mejor esposo, un mejor padre y una mejor persona", ha manifestado Woods a través de su página web. "Soy profundamente consciente de la desilusión y el daño que mi infidelidad ha causado, sobre todo a mi mujer y mis hijos", prosigue para a continuación reiterar sus disculpas: "Quiero decir nuevamente a todos que estoy profundamente arrepentido y pido perdón. Puede que no sea posible reparar el daño que he hecho, pero voy a hacer todo lo posible para lograrlo".
Woods no ha sido visto ni ha hablado en público desde el día del accidente. Quizá ese fue su error: alimentar los rumores y el morbo de la prensa más sensacionalista con un silencio que le hacía parecer culpable. Aunque quizá el escándalo de la doble vida es tan inmenso que Woods, sabiendo lo que nadie más sabe, excepto los protagonistas, ha decidido que es el momento de hacerse a un lado y dejar que pase el temporal. Por eso se va, porque lo que estaría por llegar asombraría aún más a la ya suficientemente asombrada -"¡Dios mío, es imposible; Tiger, no!"- opinión pública. Excepto el legendario Jack Nicklaus, con quien Woods aspiraba medirse en títulos grandes, quien ha declarado que la vida privada de Tiger no es sencillamente asunto suyo.
A través de las revistas de cotilleo o las páginas webs dedicadas a contar las más íntimas de las intimidades de las celebridades, pero también en las parrillas de programación de las cadenas de televisión más serias, se han ido sabiendo los nombres, profesiones y aspiraciones, en algunos casos incluso corazones rotos, de unas mujeres que reclaman un espacio en la vida de Woods y que han sido un torpedo en la línea de flotación de su carrera, sus patrocinadores -Gillette ya ha anunciado que se aleja de Woods- y su matrimonio de cinco años con Elin. Desde sms subidos de tono hasta un mensaje de voz del propio Woods dejado en el contestador automático de la tristemente conocida como mujer número dos, Jaimee Grubbs, en el que la imploraba que borrase su número porque su esposa los había descubierto. Ayer se informaba de que Elin se ha comprado una casa de 1,3 millones de euros en su Suecia natal, a la que piensa trasladarse con sus hijos.
Pero si existe una número dos es porque antes existió una número uno. Ya nadie habla de números tres, cuatro, cinco... Ya sólo se habla de cuántas mujeres lleva Tiger. La mujer número uno, el conocimiento de ella, es el inicio del descenso hacia el infierno en que se ha convertido la existencia del deportista mejor pagado del mundo: la revista Forbes cifra en unos 675 millones de euros su fortuna. Dos días antes de que Woods tuviese su controvertido accidente, The National Enquirer, el tabloide más reputado, si ambos términos no son contradictorios, y con mayor tirada de Estados Unidos, consagraba en su portada a Rachel Uchitel asegurando que ha sido amante de Woods. Uchitel, de 34 años, negó la asertación y hasta hoy mantiene silencio, aunque se habla de su futura aparición desnuda en la revista Playboy.
Pero... ¿quién denuncio a Uchitel? Según la directora y dueña de un servicio de chicas de compañía de Nueva York familiarizada con los entresijos de la historia, Uchitel habría sido fruto de la venganza de Ashley Samson, una íntima amiga que se sintió abandonada y rechazada y decidió vender la historia. Eso en cuanto a Uchitel. ¿Y las demás? Sin respuesta por el momento. Y puede que los abogados de Woods hayan puesto fin a otras demás con acuerdos económicos y su retirada.
"Estoy profundamente arrepentido y pido perdón"
- Éste es el texto íntegro del comunicado de Tiger Woods publicado en su web oficial:
"Soy profundamente consciente de la desilusión y el daño que mi infidelidad ha causado a demasiada gente, sobre todo a mi mujer y mis hijos. Quiero decir nuevamente a todos que estoy profundamente arrepentido y pido perdón. Puede que no sea posible reparar el daño que he hecho, pero voy a hacer todo lo posible para intentarlo.
Me gustaría pedirle a todo el mundo, incluidos mis fans, la gente maravillosa que trabaja en mi fundación, mis socios, al circuito norteamericano y a mis rivales comprensión. Lo que es más importante ahora es que mi familia tenga
el tiempo, la privacidad y la seguridad que necesitaremos para recuperarnos.
Tras un periodo de reflexión, he decidido tomar un descanso indefinido del golf profesional. Necesito concentrar mi atención en ser mejor esposo, mejor padre y mejor persona.
De nuevo, pido privacidad para mi familia y estoy especialmente agradecido a todos aquéllos que me han ofrecido su compasión y preocupación durante esta difícil etapa".
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