El Alinghi y el Oracle ampliarán a 5 o 7 el número máximo de regatas

La 33ª Copa del América no será como la anterior, celebrada en la ciudad de Valencia en 2007. Entonces, 11 equipos se enfrentaron en un sinfín de regatas previas para disputarse el honor de desafiar al defensor de la Jarra de las Cien Guineas, el ansiado trofeo de esta centenaria competición náutica. El primer acto tuvo lugar en Marsella en 2004.

La próxima Copa, cuya primera prueba será el 8 de febrero, debería haberse alargado aproximadamente una semana. Según el reglamento de la regata, tras un enfrentamiento judicial como el que se ha vivido los últimos años, los equipos se baten al mejor de tres regatas. Pero para tratar de aderezar algo esta competición tan descafeinada, tanto el Alinghi, el defensor, como el Oracle, el desafiante, acordaron ayer alargar las pruebas. Falta decidir si el duelo será al mejor de cinco o de siete regatas.

La sede del duelo todavía depende de una última decisión judicial

El portavoz del BMW-Oracle, Tom Ehman, destacó ayer el "buen espíritu" que existe entre los dos participantes de la Copa del América. No lo dijo en sentido irónico, pero podría haberlo hecho. Casi dos años y medio después de que finalizara la 32ª edición, el ganador, el suizo Alinghi, y el aspirante a serlo, el Oracle, siguen enzarzados en una batalla judicial que parece no tener fin. Aún así, representantes de ambos equipos se sentaron ayer a la misma mesa.

Ellos y las administraciones que llevan todo este tiempo esperando a que se pongan de acuerdo, es decir, el Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento, se reunieron para abordar las necesidades logísticas de los equipos, que competirán el próximo mes de febrero en Valencia. Eso sí, si los tribunales no lo impiden. Los litigantes esperan conocer la semana próxima la decisión del Tribunal de Apelación de la Corte de Nueva York sobre el recurso que presentó el Alinghi para reponer Ras Al Jaima, en los Emiratos Árabes, como sede de las regatas.

Entretanto, y para ganar tiempo, pues apenas quedan dos meses, los equipos mantuvieron ayer el primer encuentro con las administraciones, que no pagarán un canon por la Copa -en 2007 se le pagaron 90 millones a los organizadores-, pero sí deben redactar un presupuesto porque la competición tiene un gasto, explicó la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. A cambio, el nombre de la ciudad se unirá a cualquier manifestación publicitaria de los equipos: "Valencia está indisolublemente unida a la Copa del América", dijo Barberá, que recordó que la ciudad aún no es la sede "al 100%".

Los dos sindicatos amarrarán sus barcos en la dársena interior del puerto de Valencia, a pesar de las reticencias iniciales, sobre todo de los norteamericanos. El Oracle competirá con un trimarán de dimensiones gigantescas, que además, incorpora un ala rígida, similar a la de un avión. Por eso, porque no es fácil de amarrar en cualquier sitio, pensaron en trasladarse hasta el puerto de Sagunto, opción que finalmente han desechado.

Así, las administraciones se comprometieron ayer a negociar con la Autoridad Portuaria una base reserva en el puerto comercial para que se puedan amarrar las embarcaciones en caso de que las condiciones meteorológicas les impidan entrar a la dársena por el canal.

En próximas reuniones se concretarán asuntos relativos a la producción televisiva, uno de los aspectos más importantes por la dificultad de seguir las pruebas en directo -el campo de regatas se situará a varias millas de la costa- y por la velocidad que alcanzarán los barcos, hasta tres veces superior a la del viento.