Furgonetas repletas de papel para responder

"El Parlamento hay que respetarlo a ultranza, pero alguien deberá responder ante su conciencia y ante la ciudadanía si esto tiene sentido político, construye país y responde a necesidades de los ciudadanos". La frase es de un alto funcionario del Gobierno, Juan Gamarra, con treinta años de ejercicio en el Departamento de Sanidad y especialmente atosigado por el PNV. Ha trabajado con todos y cada uno de los consejeros, siempre de ese partido. Fue director de Planificación y Ordenación Sanitaria, director de Aseguramiento y Contratación y jefe de gabinete de Iñaki Azkuna y de Gabriel Inclán. En la actualidad es asesor de Rafael Bengoa y su juicio enmienda a la totalidad la afirmación del parlamentario peneuvista Luke Uribeetxeberria que define la acción de su partido como "seria, responsable y rigurosa".

Gamarra revisa todas peticiones parlamentarias y no oculta su estupefacción no tanto por la cantidad como por la calidad y el contenido. "Nunca he visto algo así. Llevamos 325 asuntos en seis meses. Es vez y media lo que pudimos tener en la legislatura en que fui jefe de gabinete de Iñaki Azkuna". Inclán recibió en los mismos seis primeros meses del último mandato 38 peticiones y 432 en todo él. "Alguien podría preguntarse si hay un ánimo de no dejar hacer a este consejero con éstas y otras actuaciones, como hacerle valorar planes del anterior Gobierno o comparecer para asuntos ya debatidos antes y resueltos, en lugar de preguntarle por sus ideas y planes".

Sobre la mesa de Gamarra hay, entre muchas otras, 60 solicitudes de documentación del parlamentario peneuvista Javier Carro, con el que este periódico intentó hablar sin éxito. Casi la mitad piden explicación, hasta detalles mínimos, sobre los daños de una granizada en julio en tejados del hospital de Txagorritxu de Vitoria y su reparación. "Ni a Obama sobre Guantánamo", ironiza Gamarra. "El chiste triste", explica, "es que todas las gerencias de los últimos 12 años pidieron sin éxito el arreglo de esas cubiertas".

La otra mitad exigirá un trabajo ímprobo. Carro pide relación de todas las compras en farmacia, materiales y otros consumibles y aparatos que ha realizado Osakidetza desde 1993, y la composición de los equipos que cada año elaboraron las bases de los contratos. Satisfacer esa pretensión exige, según Gamarra, "enviar al Parlamento una furgoneta cargada de papel por cada año".