El juez acusa a los padres del niño obeso de ocultación, abandono y desobediencia

Los padres del menor orensano con obesidad mórbida serán juzgados por los delitos de desobediencia a la autoridad, ocultación de menor y abandono familiar. Prácticamente al mismo tiempo en que entregaban al niño a la Xunta, el martes pasado, el juez instructor del caso decidía continuar con el procedimiento abierto por la Fiscalía de Ourense, que presentó las querellas por los tres delitos que supuestamente cometieron Luis Montoya y Margarita Gabarres.

Los padres del menor declararon por dos veces ante el juez instructor y en ambas ocasiones se negaron a desvelar el paradero de su hijo a quien, cuando la Xunta reclamó su tutela, pusieron en paradero desconocido para la autoridad en la vivienda de unos familiares en la provincia de Pontevedra. El procedimiento judicial siguió su curso -"aunque hayan entregado al niño los delitos que supuestamente cometieron permanecen", señalan fuentes judiciales- y el titular del juzgado de instrucción de Ourense que lleva este caso ha encontrado indicios de delito en la actuación de los progenitores por no haber llevado al niño ante la autoridad, incumpliendo un auto judicial que ordenaba su entrega temporal a la Xunta; por haberlo mantenido oculto durante más de un mes y por las reiteradas faltas de escolaridad del menor, más de 40 el pasado curso. La suma de las tres denuncias podría suponer pena cárcel para Luis Montoya y su mujer.

El menor comerá en un centro de día, donde se le aplicará una dieta

El padre anunció la semana pasada que prefería ir a la cárcel antes que enviar a su hijo a un centro de menores. Y todo indica que el chico no ingresará en el centro de A Carballeira.

El niño pasó allí apenas dos horas el martes pasado -cuando fue entregado por sus abuelos a la Xunta- como un simple trámite antes de ingresar en el complejo hospitalario orensano en donde permanecía a media tarde de ayer, sometido todavía a análisis médicos y psicológicos y de donde previsiblemente pase al domicilio de sus abuelos. Al día siguiente de haber sido entregado a la Xunta, con 10 kilos de peso menos que cuando la Administración autonómica reclamó su tutela, los abuelos solicitaron ante el servicio de Menores del área de Benestar de la Xunta la tutela compartida con la Administración autonómica para poder actuar como familia de acogida. Aunque acuda a vivir con sus abuelos, el niño comerá en un centro de día de la ciudad en donde se le aplicará la dieta que marquen los médicos especialistas del hospital orensano que ahora lo atienden.

La Xunta avala esta opción de la tutela compartida por los abuelos -recomendada al juez por una perita psicóloga que determinó que el ingreso en un centro sería "muy perjudicial" para el menor- tras considerar la mejoría en la salud del niño que adelgazó varios kilos durante los periodos anteriores en los que vivió con sus abuelos. El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ourense remitirá ahora el auto del procedimiento abreviado al fiscal para que presente el escrito de acusación antes de convocar el juicio. Los padres del menor, satisfechos con la solución que han encontrado para el niño, no habían recibido ayer por la tarde la notificación del procesamiento, según confirmó su abogado. En cualquier caso asumen la decisión del juez ya que, según ha señalado su letrado, lo que han pretendido con su actuación en todo momento ha sido "exclusivamente por el bien de su hijo".