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Sólo 34 particulares desvelan su patrimonio arqueológico oculto

Cultura dio un año para que se le informara de las piezas

Gran parte del patrimonio arqueológico de Andalucía no está en los museos ni en otros recintos abiertos al público. Son esculturas, mosaicos, monedas y piezas en general que sólo pueden disfrutar unos pocos, ya que están en manos de particulares. Por ello la Junta abrió un plazo de un año para que "los poseedores de objetos y restos materiales integrantes del patrimonio arqueológico" comunicaran su existencia a la Consejería de Cultura.

De esta forma, una persona que, por ejemplo, poseyera una espada romana, unas monedas visigodas o unos adornos de origen árabe debía hacer una relación detallada que incluyese su identificación, descripción, localización y título de adquisición válido en derecho. El plazo se cerró el 8 de enero. La medida respondía a lo establecido por la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía de 2007.

"La Administración quiere saber dónde están las piezas, pero no va a coger nada"

La respuesta de la gente no fue para echar las campanas al vuelo. "Recibimos 34 comunicaciones. Aunque parezca una cifra baja, no lo es. Porque algunas comunicaciones contienen varias piezas. En una comunicación hay un montón de monedas; en otras hay seis o siete piezas arqueológicas", afirma la directora general de Bienes Culturales, Guadalupe Ruiz. Todo apunta a que el patrimonio arqueólogico del que no ha sido informada la Junta es mucho mayor. "La impresión de que faltan cosas es evidente. La lista es escasa", asevera Juan Manuel Becerra, jefe de servicio de Protección de Patrimonio Histórico.

Becerra detalla algunas de las piezas de las que Cultura ha recibido información. "Hay una cabeza de Hércules hallada en la isla de Saltés (Huelva); dos esculturas de togados; dos cañones de hierro de finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX, y trozos de un friso romano de mármol".

"Hay patrimonio arqueológico de época calcolítica y de la Edad del Bronce. Y también de origen tartésico, ibero, romano, islámico...", señala Becerra. La lista de lo informado por particulares da cuenta de material cerámico, restos óseos, piedras de molino, fragmentos de mármol, conchas, estucos, vidrios, figuras de bronce, libros, ánforas, hachas de piedra, capiteles, fustes, basas...

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Su origen es también variado. Hay material recibido por herencia. Otras piezas provienen de donaciones. En algunos casos, los objetos son fruto del hallazgo en vertederos o el desescombro de solares. Varios propietarios aportaron facturas. De Sevilla proceden 14 comunicaciones. Almería y Córdoba presentan cinco cada una; Huelva, cuatro; Málaga, tres; Granada, dos, y Jaén, una. Nadie de Cádiz ha informado a Cultura de que posea piezas.

Guadalupe Ruiz recalca que no se ha hecho ningún tipo de valoración económica. "Saber si las piezas cuestan mucho o poco dinero no era el objetivo de nuestra actuación. El objetivo es conocer y valorar arqueológica e históricamente las piezas. Y no económicamente. Esto es lo que prevé la ley de Patrimonio Histórico de Andalucía. Se trataba de dar la posibilidad de que saliera a la luz ese patrimonio arqueológico. Si no se hiciera así, lo tendríamos siempre escondido", agrega la directora general de Bienes Culturales.

"La Administración quiere saber qué patrimonio arqueológico hay y dónde está. No condenamos a nadie. La Consejería de Cultura no va a coger nada. Sólo pide que se informe de lo que se tiene. No dice que se entregue", recalcaba Becerra el pasado año. "Tras la operación Tertis hubo personas que se asustaron y hubo una tendencia a donar monedas y objetos pequeños a los ayuntamientos", agregó Becerra. La operación Tertis, impulsada por la Guardia Civil, asestó en 2007 un duro golpe al expolio arqueológico en Andalucía y Extremadura. Las investigaciones concluyeron con la detención de 52 personas y la intervención de 300.000 piezas de origen fenicio, ibérico, romano, visigodo y árabe.

Cultura hace hincapié en que las piezas presentadas están en manos de particulares y, por lo tanto, no pueden desvelarse a través de fotografías. Las 34 comunicaciones han sacado a la luz un patrimonio de la comunidad autónoma que permanecía oculto.

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