Sito Miñanco blanqueaba desde la cárcel a través de su esposa y una de sus hijas
La esposa y una hija del capo se niegan a prestar declaración judicial
La Agencia Tributaria ha descubierto una trama societaria que administra establecimientos hoteleros de Vilagarcía y varias tiendas donde el narcotraficante José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, actualmente en prisión por tráfico de drogas, habría invertido al menos 5,8 millones de euros. La investigación de Hacienda dio origen a un procedimiento judicial por blanqueo de dinero en la que aparecen implicados, además de los presuntos dueños de estos locales, la mujer de Sito Miñanco y una de sus hijas que ayer fueron citadas a declarar en el Juzgado número 2 de Vilagarcía.
Según la trama descubierta por Hacienda, cuya investigación se remonta al ejercicio fiscal de 2000, Sito Miñanco supuestamente habría utilizado las sociedades de los empresarios de Vilagarcía Gerardo Sánchez Pérez y Gerardo Sánchez Villalba, hijo del anterior, apodados Os Gerardos, para blanquear dinero procedente del narcotráfico utilizando a su mujer e hija como intermediarios. Entre las sociedades investigadas aparece Limpiezas Arosa, Kalandracas o Gesavi, esta última, matriz y propietaria de todos los bienes. También se relacionan en la investigación numerosos locales comerciales y cafeterías como Bolera DNI, Kavila, Pub London o La Bohéme que Prado Bugallo supuestamente utilizó para lavar capitales opacos durante su estancia en prisión.
La operación parte de investigaciones de la fiscalía y la Agencia Tributaria
Hacienda detectó irregularidades en la contabilidad de estas empresas, como la inyección de activos financieros que no estaban justificados. "Ahora tendrán que demostrar de dónde salió todo ese dinero, porque ni han heredado ni les ha tocado la lotería", indicaron fuentes de la investigación.
Las empresas y los locales de Sito Miñanco han sido ya embargados y ayer los cuatro implicados, mediante citación previa, acudieron al juzgado. Tanto Rosa Pouso, la mujer de Prado Bugallo, como su hija Rosa María Prado, y los dos empresarios también implicados en un delito de blanqueo y fraude fiscal, se acogieron al derecho de no declarar ante la jueza y el fiscal de Delitos Económicos, Augusto Santaló, que les comunicaron los cargos en base a la denuncia que Hacienda ha formulado contra ellos.
Esta es el segundo proceso judicial que promueve la Agencia Tributaria de otros cinco que están en marcha sobre varios clanes gallegos implicados en el tráfico de drogas. Por primera vez el método empleado difiere de otras operaciones por delitos económicos que han estado precedidas de redadas y pinchazos telefónicos. Las investigaciones de la Agencia Tributaria sobre estas organizaciones de narcotraficantes arousanos van a permitir el embargo de bienes y dinero valorados en más de 150 millones de euros. Siguiendo el rastro de las cajas B se llegó hasta Prado Bugallo, protagonista de uno de los mayores historiales en el narcotráfico arousano.
Miñanco fue detenido por primera vez en enero de 1991 dentro de la Operación Nécora, la primera gran redada contra los clanes gallegos. Diez años después, caía de nuevo cuando se encontraba en libertad condicional, cumpliendo el tercer grado de una condena de 20 años por tráfico de drogas y, desde entonces, aún no ha salido de prisión. Acusado de organizar un transporte de 3,7 toneladas de cocaína, Sito Miñanco fue condenado a otros 16 años de cárcel y multa de 390 millones de euros, fallo que ratificó el Tribunal Supremo en 2006.
Pero en su extensa ficha judicial no todo fueron disgustos. En febrero de 2003, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo zanjó una larga batalla legal emprendida por él contra el juez instructor del proceso que concluyó en su primera condena. La Corte europea dio un varapalo al juez Baltasar Garzón y condenó a España a indemnizarle con 7.000 euros, intereses de demora y costas, porque las escuchas telefónicas habían violado su derecho a la intimidad.
Según Instituciones Penitenciarias, la condena de Sito MIñanco, de 54 años, catalogado en el FIES (Fichero de Internos de Especial Seguimiento), no se extingue hasta 2018. Sus abogados creen que, dado su buen comportamiento en prisión, podría conseguir algún beneficio penitenciario y la libertad condicional mucho antes de lo previsto si logran la refundición de sus dos condenas que suman casi 37 años. A excepción de otros internos, Miñanco está considerado "un preso tranquilo que no da problemas" y sólo se ha quejado por escrito de que continuamente le cambien de penal y de que le escuchen las conversaciones telefónicas.
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