La mejor embajadora del Barça
Mia Hamm, la gran estrella del fútbol femenino, imagen del club en Estados Unidos
En su afán por exportar el ADN que le distingue, el Barcelona presentó el viernes a Mariel Margaret Hamm, Mia, considerada como la mejor jugadora de fútbol de la historia y que durante los próximos tres años se encargará de dar a conocer la filosofía de més que un club (más que un club) que define al Barça en el mundo entero y, en especial, a Estados Unidos, donde es un icono. De hecho, la Women's Professional Soccer League, la Liga de fútbol femenino, tiene por escudo la silueta de Hamm chutando un balón.
Esta mujer de 37 años es la principal responsable de que el fútbol sea el deporte femenino más popular en Norteamérica. La revista Sports Illustrated la eligió deportista del año en 1999, cuando también se proclamó campeona del mundo; Pelé la incluyó en la lista de los mejores futbolistas de la historia, un inventario que consta de 125 nombres entre hombres y mujeres; y la empresa juguetera Mattel aprovechó su tirón para comercializar una barbie Mia Hamm.
La similitud que existe entre los valores que divulga el Barça y los que mueven a Hamm (también promueve una fundación que ayuda a personas con problemas de médula ósea), ha hecho que se entendieran a la primera, según afirman ambas partes.
"El colectivo siempre está por encima de las individualidades. La fuerza está en el grupo y cada uno de los miembros tiene que aportar algo, lo importante es sumar", explica Hamm, en un discurso calcado al que mil veces ha repetido Pep Guardiola, técnico del Barça. "Únicamente me enfado con los jugadores cuando piensan más en ellos mismos que en el conjunto", dijo el viernes Guardiola, minutos más tarde de conocer a Hamm. "Este club respeta su historia y es fiel a ella; desde los niños más pequeños a los futbolistas profesionales. Fuera del campo, lo que está haciendo el Barcelona con la gente necesitada es increíble. No había visto nada parecido", matiza la ex futbolista, que se introdujo en el mundo del fútbol por su hermano Garrett, que falleció hace 13 años a raíz de unas complicaciones que surgieron tras someterse a un trasplante de médula ósea.
En esta nueva alianza, la voluntad de los implicados, Hamm y el club azulgrana, queda meridianamente clara. Lo que no resulta tan evidente es la vara que medirá el éxito o el fracaso de la operación. "En cuanto al impacto que pueda tener yo a la hora de exportar este modelo de club a Estados Unidos, eso sí que seguramente se podrá evaluar con el tiempo. Pero, lo que vamos a hacer para ayudar a los más necesitados fuera del ámbito de un campo de fútbol, eso ya es más complicado", reflexiona la ex futbolista, que a pesar de llevar varios años retirada mantiene una figura esbelta y unas piernas encorvadas que le confieren unos andares que recuerdan a los de Rivaldo.
Hamm se expresa de forma sosegada y las tesis que defiende son debidamente argumentadas con datos que las avalan. Su discurso parece muy bien estudiado. Sin embargo, cuando se pone a hablar de la estructura de club que rige en el Barça, su vertiente protocolaria deja paso a la pasional. "Alucino con la organización del Barça porque es completamente distinta a la que conozco de los clubes de Estados Unidos. Aquí, a los niños de las categorías inferiores ya se les inculca una manera de jugar, una filosofía, y ellos saben que si quieren llegar al primer equipo tienen que encajar en ella", declara entusiasmada la ex futbolista, que quedó enamorada del dream team de Cruyff: "Me decían: 'juegas como Johan Cruyff'. Y yo respondía: '¿Cómo quién?". Fue entonces, a mediados de la década de los noventa, cuando comenzó la historia entre Hamm y el Barça.
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