La excelencia resultadista de un líder

—¿Por qué el Madrid no ha sido capaz todavía de hacer un partido redondo?

—"Depende de lo que entendáis por redondo. Ganamos 5-0 al Xerez, 3-0 al Tenerife, 2-3 al Atlético... Ganamos en campos como el del Espanyol o en El Madrigal. A veces se critica de una forma ficticia. ¿En qué nos fijamos para decir si un partido es redondo? ¿En la fluidez del juego? Pues el nuestro es más directo, por las características de nuestros jugadores. Las críticas a veces son ficticias. Las cifras, los goles y los triunfos avalan lo que estamos haciendo".

Manuel Pellegrini dice que siempre se mira más lo negativo (los últimos diez minutos en el Calderón, por ejemplo) que lo positivo (los primeros 80 minutos en el Calderón). De hecho, se incomoda cada vez que le preguntan por el juego del equipo: muchas veces pobre, intermitente e irregular. Él tira de cifras para defender su trabajo. Y las cifras dicen que va líder, que es el equipo menos goleado junto al Barça y al Sevilla, y que no tenía semejante arranque liguero desde la temporada 1991-92.

"Las cifras, los goles y los triunfos avalan lo que hacemos", sostiene Pellegrini

Con Juande Ramos el equipo también batió récords del mismísimo Miguel Muñoz

Las cifras, sin embargo, no dicen que el equipo fue apeado de la Copa y ridiculizado por un Segunda B. Que cinco meses y 252 millones después (el dinero que ha gastado en fichajes Florentino Pérez), el público del Bernabéu sigue yéndose del estadio sin saber muy bien a lo que juega el Madrid. "El problema es que se toma al Barcelona como modelo de comparación. Pero nosotros ni somos el Barça ni pretendemos jugar como ellos. A lo mejor nos está faltando hacer 90 minutos completos. Buscamos una mayor regularidad, ojalá la encontremos", se defiende el chileno.

A estas alturas de la temporada ya se habían acabado los cien días de margen que pidió Fabio Capello cuando aterrizó en julio de 2006. El Madrid no jugaba a nada y el técnico italiano ganó la Liga tirando de espíritu y garra. Bernd Schuster no pidió margen. Llegó diciendo que si había conseguido hacer jugar bien al Getafe, pues cómo no haría jugar bien al Madrid con esa plantilla. El equipo nunca llegó a jugar bien y el entrenador alemán también ganó la Liga tirando de espíritu, garra y de Higuaín. Juande tampoco pidió nada. Es más, cuando relevó a Schuster en diciembre de 2008 se encontró con los fichajes de Huntelaar (que ni siquiera pudo disputar la Champions por un fallo del director deportivo, Pedja Mijatovic) y Lass. Un mes después llegaría Faubert, cuya casi única aportación fue quedarse dormido en el banquillo.

A Juande, igual que a Pellegrini, también le avalaban las cifras. Para empezar, con ocho victorias seguidas a domicilio, batió el récord de Miguel Muñoz de la temporada 1960-61. El técnico manchego cogió el equipo en medio de una parálisis a mediados de diciembre cuando marchaba sexto en la Liga a 12 puntos del Barça y sumó 17 victorias (10 de ellas seguidas). Fue humillado en Liverpool en Champions pero llegó al clásico en el Bernabéu en segunda posición y recortando a cuatro puntos la distancia. Su Madrid jugaba un fútbol más rácano incluso que el de Capello (ocho de las 17 victorias fueron por la mínima) pero no contaba con Kaká, Cristiano, Xabi Alonso y Benzema. Y sí con Gago, Faubert, Javi García y Huntelaar, entre otros.

A Pellegrini parece no asustarle que el Madrid todavía no juegue a nada. "Somos punteros", es su frase favorita. Empezó la pretemporada dando minutos a todos para ver cómo podía armar al equipo. Siguió con las rotaciones hasta que se lo permitieron en la dirección deportiva. Encontró a un once fijo —a la espera de que vuelva Cristiano y con Raúl en el banquillo— y el equipo se pareció a un equipo sólo durante 60 minutos en Milán y 75 en el Calderón. Mientras el técnico dice que ojalá encuentre regularidad, Jorge Valdano, director general y su máximo valedor, se marchó el sábado del Bernabéu apelando a no se sabe bien qué magia. A pregunta de cuándo se verá el verdadero Madrid, el director general contestó: "El equipo se está armando poco a poco. A veces los equipos aparecen una tarde y luego ya se quedan...".