Londres se viste de plumas y cuero
La feria Erótica reúne a más de 80.000 personas en el Olympia
Las espectaculares acrobacias con fuego ejecutadas por un grupo de bailarinas apenas ataviadas con sucintas prendas de cuero negro o plumas han sido uno de los platos fuertes de la feria Erótica, que a lo largo del pasado fin de semana exhibía en Londres los productos más variados, innovadores y pintorescos del pujante mercado del erotismo.
La cita anual en el recinto del Olympia ha supuesto un despliegue de artículos y servicios eróticos para todos los gustos, desde ropa interior hasta artefactos y "muebles alternativos" destinados a los placeres sadomasoquistas.
"La espontaneidad y el conocimiento son dos componentes clave para una vida sexual óptima", reza el eslogan del evento que a lo largo de tres días logró atraer la atención de unos 80.000 visitantes en el centro de exposiciones londinense. La decimocuarta edición de la feria, amenizada por diversas actuaciones en vivo, ha contado con la presencia de casi tres centenares de expositores en categorías que incluyen moda, revistas y vídeos, tatuajes, piercing, joyería y cosméticos, entre una extensa gama. También han tenido cabida foros de debate sobre la liberación sexual, abiertos a la participación del público.
Reciclada en una suerte de "meca del erotismo", un negocio en plena expansión, la capital británica ha mostrado, por ejemplo, en primicia los nuevos y magníficos corsés que diseña Velda Lauder, cuya firma es la favorita de la reina del burlesque, la artista americana Dita von Teese. O las joyas -principalmente brazaletes y collares-, que el afamado Richard Larsen concibe en plata y oro como piezas "eróticas y fetichistas" para sazonar los intercambios entre adultos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.