El renacer de Marks & Spencer

El que Marks & Spencer escogiese a Marc Bolland como consejero delegado marca tres casillas importantes. La empresa minorista británica habla de ambiciones mundiales, y Bolland tiene experiencia internacional por haber trabajado en la cervecera holandesa Heineken. Otro objetivo es el de trabajar más la marca M&S, y Bolland siempre ha sido experto en marketing. Por último, M&S empieza a salir a flote tras varios años de malos resultados, y Bolland ha pasado los tres últimos años poniendo en forma a la cadena británica de supermercados WM Morrison.

Se podría decir que el triple juego convierte a Bolland en una gran adquisición para M&S, a pesar de que la única experiencia del nuevo fichaje en el sector minorista sea la de Morrison. Pero fue un gran éxito. Se hizo cargo de una empresa en terribles condiciones y consiguió aumentos de beneficios antes de impuestos y dividendos superiores al 10%. Pero las grandes credenciales no garantizan el éxito, en especial en una empresa como M&S, que se ha pasado la mayor parte de los últimos cinco años apagando fuegos y plantando cara a una competencia cada vez más fuerte en su mercado nacional.

Casi con toda certeza, el nombramiento de Bolland marca el inicio de una época más intrépida. Su prioridad será encontrar fuentes de crecimiento a largo plazo. Eso supondrá asumir riesgos considerables. Los accionistas de M&S saben perfectamente que la empresa fracasó estrepitosamente en sus intentos anteriores de expandirse en el extranjero. Y ninguna marca es infinitamente ampliable.

La reacción inicial del mercado -las acciones de M&S subieron un 7% mientras que las de Morrison cayeron un 5%- tal vez sea un aplauso para Bolland. Pero también podría reflejar simplemente alivio ante el hecho de que la larga búsqueda de M&S ha terminado por fin y preocupación por el hecho de que Morrison tiene ahora su propio problema sucesorio.

Con el probable giro de M&S hacia la expansión, es más importante que nunca que el consejo directivo sea sólido. Sir Stuart Rose, a quien Bolland sustituye, ha anunciado un retorno al "gobierno normal", en referencia al criticado periodo en que combinó las funciones de consejero delegado y presidente, y a las quejas sobre la falta de planificación sucesoria.

El primer paso será nombrar un presidente fuerte e independiente. Si M&S acierta en eso también, más vale que los inversores se preparen para la siguiente etapa, que promete ser emocionante.