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EL RINCÓN

Para Luis de Pablo todo puede convertirse en música

El compositor vasco que introdujo la electroacústica en España reniega de los ordenadores

Vive y trabaja en el centro de Madrid, a pocos metros de Tirso de Molina. En su luminoso ático está su piano, una mesa con papeles y, alrededor -extendiéndose al resto del piso-, estanterías atiborradas de libros, partituras suyas y ajenas, discos de vinilo -muchos de ellos rarezas de interés casi etnográfico-, cedés, cuadros, fotos, instrumentos musicales de países lejanos y plantas. Estas últimas bastante saludables. Luis de Pablo, a punto de cumplir ochenta años, también luce un excelente estado. Sonriente y entusiasta, plenamente activo. "Todos los días procuro sentarme a trabajar, a componer", comenta. "Es ese estar dispuesto lo que te da ideas frescas y, una vez que una de ellas te sugiere algo particular, todo empieza a funcionar". Cualquier cosa puede sugerirle esa primera idea. "Suelo salir mucho a caminar por el barrio y a veces puedo oír a un chino o a un marroquí hablar con otro y se me queda en la mente algo en su voz que me interesa. Todo puede convertirse en música. Un material que logra captar su interés nunca es inerte, siempre propicia asociaciones de ideas hasta que cuajan en una composición. Si no es así, la idea no vale".

Luis de Pablo (Bilbao, 1930) es una pieza crucial en la historia de la vanguardia musical española. Forma parte de la generación de 1951, que contribuyó a la apertura del conservador panorama nacional de la música clásica hacia las corrientes europeas más innovadoras. Hace unas semanas recibió el IX Premio Iberoamericano de la Música Tomás Luis de Victoria a toda su carrera, que otorga la SGAE.

Si bien en sus primeras obras se inclinó hacia el serialismo y después abrazó la aleatoriedad, en los últimos tiempos Luis de Pablo ha caído bajo el influjo de las músicas étnicas no occidentales. Recorre su estancia mostrando algunos de los curiosos instrumentos y objetos que ha venido coleccionando en sus viajes. Le gusta el lado artesanal de muchos de ellos y también cultiva ese aspecto en su propio trabajo. "Valoro mucho escribir a mano, las cartas y postales a mis amigos, mis partituras. A medida que las copio en limpio, voy notando los errores que pueda haber en la composición y los corrijo. Es algo que a los que usan el ordenador se les pasa por alto". Y sorprende esa renuencia en alguien que introdujo la electrónica en la música española. "Cuando salió al mercado el primer sintetizador en los años sesenta, arrasó. Y empezó a usarlo todo tipo de gente sin formación musical. Los que hay ahora están llenos de sonidos enlatados y prefabricados que no me dicen nada. Prefiero ser yo el que componga desde cero".

Luis de Pablo afirma sobre sus partituras: "A medida que las copio en limpio, voy notando los errores que pueda haber en la composición y los corrijo". 
Foto: Santi Burgos
Luis de Pablo afirma sobre sus partituras: "A medida que las copio en limpio, voy notando los errores que pueda haber en la composición y los corrijo". Foto: Santi BurgosSANTI BURGOS

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