_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Debate sin sentido

Cuando se produjo la sustitución de Manuel Chaves por José Antonio Griñán en la presidencia de la Junta de Andalucía se designó al mismo tiempo al candidato socialista para la próxima convocatoria electoral. La operación no podía tener otro sentido para el partido socialista que la de ir a las elecciones de 2012 en las mejores condiciones para continuar siendo el partido de gobierno en la comunidad. Y no podía tener otro sentido para el nuevo presidente que la de disponer de una trayectoria en el ejercicio del cargo que fuera conocida y pudiera ser valorada por los ciudadanos en el momento en que tuvieran que acudir a las urnas.

El reto, tanto para el partido como para el nuevo candidato, era y sigue siendo el de mantener la confianza que los ciudadanos andaluces han expresado a los socialistas de manera muy mayoritaria y reiterada el las elecciones celebradas hasta la fecha. Es en la ciudadanía y en unas elecciones autonómicas en las que hay que buscar la fuente de legitimidad para poder gobernar no sólo a la comunidad sino también al partido. La victoria en las elecciones garantiza el poder en el interior del partido. La victoria en el interior del partido no garantiza la victoria electoral.

No había en el momento de la sucesión en la presidencia ni lo hay ahora ningún problema de legitimidad en el interior del partido que obligue a la celebración de un Congreso extraordinario, a fin despejar algún tipo de duda sobre la autoridad del candidato a la presidencia.

Convendría recordar que el anterior presidente de la Junta de Andalucía estuvo bastantes años sin ocupar la secretaría general, en la que figuraba Carlos Sanjuán, y que ello no fue obstáculo para que ganara las elecciones de 1990.

Y las aguas en el partido bajaban en aquellos años mucho más revueltas de lo que bajan hoy. Fue la legitimidad que obtuvo Manuel Chaves como consecuencia del voto ciudadano la que lo convirtió en secretario general de una manera natural y por un tiempo prolongado que ha sido relativamente pacífico en el interior del partido.

No hay nada en este momento que indique que no se puede seguir en lo que queda de legislatura con Manuel Chaves en la secretaría general y José Antonio Griñán en la presidencia de la Junta. Al contrario. Lo lógico es que se siga así. En el caso de que el PSOE-A continuara siendo el partido mayoritario y José Antonio Griñán fuera presidente, en el Congreso ordinario que se celebraría inmediatamente después de las elecciones se convertiría en secretario general de manera prácticamente automática. En el caso de que no fuera así, dejaría de ser presidente de la Junta de Andalucía y no accedería a la secretaría general.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Forzar ahora mismo un Congreso extraordinario supondría violentar el orden natural que debe seguirse y en lugar de fortalecer al partido y al candidato para competir en las próximas elecciones, los debilitaría a ambos. El actual presidente tiene que concentrarse en ganar las elecciones. Lo demás vendrá por añadidura. No es en el interior del partido donde tiene que buscar su legitimidad, sino en el ejercicio de la presidencia de tal manera que acabe siendo reconocida su trayectoria por el cuerpo electoral en el momento en que sea llamado a las urnas.

La convocatoria de un Congreso extraordinario no sería una demostración de fuerza sino de debilidad y distraería, en consecuencia, al partido y al candidato de lo que tiene que ser en este momento su única preocupación: llegar a las próximas elecciones en las mejores condiciones para ganarlas. El calendario electoral de 2010 y 2011 es lo suficientemente complicado como para que no se añadan nuevas incertidumbres.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_