La leyenda de los 300 coches abandonados
Los aeropuertos de Canarias se han convertido en un cementerio de automóviles, como la ciudad de Tucson, en Arizona, lo es para los aviones. Las financieras han tenido que afrontar un fenómeno inaudito en las islas. Cientos de españoles y extranjeros que llegaron al archipiélago en busca de trabajo, fundamentalmente atraídos por el boom de la construcción, han regresado a sus provincias y países, no sin antes dejar en los aparcamientos de los aeropuertos o los alrededores los vehículos que no han terminado de pagar, muchos de ellos con las llaves en el interior. "La sangría ha sido enorme", reconoce a este periódico el operario de una de las financieras, que pidió anonimato. "Sólo en un año hemos tenido que recuperar 300 vehículos".
"Hemos vivido como si fuéramos ricos y ahora toca volver a la tierra"
La empresa debe afrontar un tortuoso trámite administrativo que implica presentar denuncia en un juzgado, recuperación del vehículo por orden judicial, traslado a un depósito, convocatoria de subasta y, en el peor de los casos, quedarse con ellos. A una media de 12.000 euros por vehículo, "las pérdidas que estamos afrontando son millonarias". Los dos puntos más calientes son el aeropuerto de Fuerteventura y el de Tenerife Sur.
Las empresas han aprendido la lección. "Las operaciones nuevas tienen unas condiciones más restrictivas, sobre todo a los extranjeros sin domicilio fijo, que pueden desaparecer al día siguiente". En Canarias, el impacto del desempleo entre los extranjeros ha sido brutal. En octubre de 2008, la EPA registraba 5.973 comunitarios y 12.642 extracomunitarios. Un año después son 8.485 y 18.278, respectivamente.
"Al grueso de inmigrantes les impulsan razones económicas; cuando varían estas circunstancias como lo han hecho este año, no dudan en regresar", concluye el delegado del Gobierno en Canarias, José Antonio Batista.
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