Intentos de endulzar la imagen en Cataluña
El PP se ha propuesto endulzar su imagen en Cataluña como paso indispensable para ser decisivo en las autonómicas de 2010. Para ello, sus dirigentes han borrado de sus discursos el delicado asunto del Estatuto. Casi ni mencionan, por ejemplo, el recurso de inconstitucionalidad que han presentado contra la Ley de Educación de Cataluña, una de las más relevantes de la legislatura, porque creen que no garantiza la libertad de elección del castellano y faculta a la Generalitat para crear cuerpos docentes propios.
Los dos asuntos no son baladíes porque gozaron de un abrumador consenso en el Parlamento catalán. Los partidos que integran el Gobierno acusan al PP de practicar un doble juego y estar fuera de la realidad catalana, y Artur Mas, presidente de CiU, sostiene que bajo esa premisa difícilmente articulará un pacto con los populares.
Ante esta tesitura, el PP no quiere herir susceptibilidades y evita hablar de asuntos espinosos como el término nación o el de la lengua, que son el alma del Estatuto y los populares consideran inconstitucionales. Cospedal y Rajoy han obviado el tema. El argumento es permitir deliberar a los jueces y acatar la sentencia, sea cual sea. Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, siempre responde con esa idea y sólo urge a los magistrados a sentenciar ya. En la misma línea, el ex ministro Federico Trillo, autor del recurso contra el Estatuto, criticó ayer que el Tribunal Constitucional tarde más en dictar sentencia que el tiempo invertido en elaborar la Constitución. En ese reproche sí coinciden con CiU. Mas fue más lejos y pidió la dimisión de los jueces del Constitucional si se sienten incapaces de dictar un fallo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.