A la búsqueda de órganos
El coordinador de trasplantes de Sevilla y Huelva también capta donantes
David tenía 34 años cuando murió tras un accidente de moto. Su padre, Manuel, viajante de comercio, no lo dudó: donó los órganos de su hijo y hoy asegura que ha ganado ocho hijos más: los que viven con los órganos de aquella donación. "Que lo piensen los que no quieren donar; el muerto no va a volver. Y la satisfacción que se siente, cuando ves a alguien que vive gracias a un gesto tan simple, es como la felicidad", asegura.
Rosa es médica y puede trabajar cada día gracias al doble transplante de pulmón que le hicieron hace cuatro años. "A los pacientes que temen morirse les digo que me miren a mí; que estaba más muerta que viva". María Luisa lleva 12 años viviendo con un corazón trasplantado y ahora es abuela. Es de Carmona y en el pueblo ha hecho su pequeña revolución; su ejemplo está propiciando que cientos de personas se hagan donantes. "Que se imaginen que quien necesita un trasplante es su hijo. ¡A un hijo no se le niega nada!", cuenta que les dice a aquellos que trata de convencer para que se hagan donantes. Maribel es donante viva; hace dos años que le dio un riñón a su hermana; no se arrepiente. Hoy, Maribel, 32 años, y su hermana Manuela, 34, viven felices, cada una con su pareja. Maribel ha tenido un hijo este año. "Hay que hacerse donante; donante vivo o para cuando uno se muera; total, al muerto ya no le sirven de nada sus órganos... Creo que la clave está en la información. El boca a boca lo hace todo", explica.
"Lloramos de rabia e impotencia si no lo conseguimos ", dice Pérez Bernal
Manuel, Rosa, María Luisa y Maribel son sólo ejemplos; cuatro personas que junto a otras como Pilar del Castillo (famosa saetera sevillana), José Luis (sindicalista), Rafael (trabajador de Abengoa) o Pepe (cocinero), forman parte de ese comando de trasplantados y donantes -"entregados a la vida después de haber vuelto a nacer", dice uno de ellos-, que acompañan por los pueblos al médico José Pérez Bernal a dar conferencias con las que intentan concienciar a la gente con la donación.
Pérez Bernal es el coordinador sectorial de trasplantes en las provincias de Sevilla y Huelva. Cada tarde, después de su jornada laboral en el hospital Virgen del Rocío, se desplaza con algunos de sus fieles a hablar para aquellos que deseen escucharles: una peña de fútbol, una hermandad, una asociación de vecinos, una cofradía. "No podemos bajar la guardia; necesitamos donantes. Sevilla está ahora en la media nacional (34,7 donantes por millón de habitantes), pero hace unos años estábamos 10 puntos por debajo". Así han llenado iglesias, salones de actos y otros recintos. Desde hace ocho años vienen convocando a sus charlas a cientos de alumnos de institutos. "Necesitamos concienciar a los jóvenes; son el futuro", dice Pérez Bernal. Para ellos lleva impartidas más de 800 conferencias; luego, a los que la medicina atrae, van de visita al hospital para ver en directo la sección de trasplantes. "Gracias a estas charlas muchos chicos se han hecho donantes y, se ha dado el caso, que, tras un grave accidente de tráfico, alguno, por haberse hecho donantes, ha salvado otras vidas".
Hay un instante, cuando se le comunica a la familia el fallecimiento de un ser querido, y a la vez se le pide que done sus órganos, que es cómo tocar un cristal suspendido en el aire. Toda la sensibilidad que se tenga es poca; se requiere la máxima capacidad de persuasión; el conseguidor de trasplantes no puede fallar; aunque a quien se lo pida le desgarre el dolor... Se trata siempre de solidaridad, no de hacer caridad. Ahora toca vencer esos miedos o la superstición. "Y si no lo conseguimos lloramos de rabia e impotencia. Ver como se te niega la donación de unos órganos que van a pudrirse en la tierra, cuando hay vidas que aguardan, que dependen de un hilo y que sólo con decir sí podrían salvarse... Porque nosotros, a diferencia de los que pueden donar o negarse, o de los que se enredan en disquisiciones religiosas o de cualquier otro signo, sí le ponemos cara a esas personas que esperan; sabemos quiénes son y que están al borde de la muerte", resume Pérez Bernal.
El médico no pierde el ánimo. Una pequeña cámara digital y los bolsillos a rebosar de carnets de donante son sus credenciales. En cuanto se encuentra con alguien dispuesto a escucharle (y si es una persona famosa, mejor) le pone el carnet en la mano y le hace "la foto del donante". Así ha conseguido que encabecen su lista los Príncipes de Asturias o el ex seleccionador nacional Luis Aragonés, deportistas de elite y artistas, alcaldes y políticos de todos los signos. Todos apoyando un esfuerzo para que nadie se niegue a donar cuando llegue el momento.
El activismo de Pérez Bernal y su equipo parece no tener límites. Lo último que están consiguiendo son esas calles y plazas, jardines y parques, esculturas y placas, dedicadas a la solidaridad de los donantes.
4.000 familias
- Desde que hace 30 años se hiciese el primer trasplante de riñón en Andalucía, se han contabilizado 4.000 familias donantes que han permitido realizar 10.000 trasplantes de órganos y 25.000 de tejidos.
- Hoy, de cada diez familias que tienen la opción de donar, ocho dan su consentimiento.
- En los siete primeros meses de 2009 ha habido 177 donaciones de donante fallecido y 27 de donante vivo, todas ellas de riñón. Son el 11% más que en el mismo periodo de 2008.
- Esta cifras suponen 37 donantes por millón de habitantes, el doble que la tasa media anual en la UE.
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