El concurso Constantino Bellón de gaita resuena sin la Xunta

Rondan la veintena, todos son varones y se aferran a la gaita con idéntica pasión y precisión. Diez gaiteiros (seis gallegos y cuatro llegados de Euskadi, Argentina y Venezuela) se disputaron ayer la final del XIX Concurso Internacional de gaita Constantino Bellón sobre las tablas del remodelado teatro Jofre de Ferrol.

Este certamen, que convoca desde 1991 el Ateneo ferrolano para espolear a las jóvenes promesas de la gaita, cerró ayer dos meses de polémicas y desencuentros que enfrentaron a la dirección de esta pequeña entidad con la nueva Xunta a cuenta de la financiación del premio Gaiteiro de Soutelo, para los gallegos del exterior. El concurso debía celebrarse a finales de agosto. Sin embargo, la Secretaría Xeral de Emigración le retiró este año su apoyo económico, unos 6.000 euros que sufragaban el viaje de los gaiteiros de ultramar. El Ateneo llamó a las puertas del ayuntamiento ferrolano y de la Diputación provincial -en manos del PSdeG- que pusieron sobre la mesa los fondos necesarios para financiar el concurso, unos 25.000 euros y otros 10.000 en premios.

Ayer, cumpliendo el guión, Miguel Doval (Fene, 1969) recibió la Gaita de Ouro por su defensa de la música tradicional gallega al frente del coro Airiños. El Premio de Composición para Gaita Galega recayó en Jesús Rodil por Lugrís, con dos menciones especiales para Jota y Tumbaleira de Pablo Devigo y Javier López. El 17 de diciembre, alumnos y profesores de los conservatorios de A Coruña y Ferrol interpretarán las obras ganadoras. Al cierre de esta edición, todavía se disputaba la final del certamen y el premio Seivane, que regalará una gaita del taller artesano de esta familia al intérprete del exterior que mejor encarne el espíritu del gaitero tradicional.