Una generación política nacida en la Xunta

Una generación de técnicos, casi todos funcionarios, que debutó en las urnas votando el Estatuto de Autonomía en 1981. Y que se amamantó políticamente en la Xunta. Lo dijo, con más o menos fortuna, el presidente hace algunos meses en medio de la refriega electoral: "A mí me salieron los dientes en la Administración autonómica". No es el único, tanto Feijóo como su hombre de confianza en el partido, Pedro Puy, a quien encargó la coordinación del programa, entraron en aquella Xunta en el año 1984 a través de un concurso oposición para dotar de personal a una autonomía que echaba a andar. El resto de pesos pesados del Ejecutivo gallego, Alfonso Rueda y Agustín Hernández, también iniciaron su andadura política en la Xunta. Como la titular de Facenda, Marta Fernández Currás, interventora general con el bipartito, o Pilar Farjas, directora de Saúde Pública en los Gobiernos de Fraga.

"No llegamos de otras instituciones, no ocupamos puestos en el Gobierno central o en ayuntamientos, somos una generación política que nació en la Xunta y eso influye", asegura uno de ellos. Según su tesis, ese origen pesa en "la visión de país" que intentan plasmar desde el Gobierno. Como pesaría otra si la mayor parte de los cargos llegasen de ayuntamientos o del Gobierno central.

Por eso, insiste este dirigente, los localismos lo tienen ahora peor. "Pensamos desde la Xunta y esa concepción es la que nos guiará durante la legislatura".