Agricultura intenta atraer a los jóvenes al campo

El abandono de las explotaciones agrarias y la falta de relevo es, sin duda, uno de los principales problemas que tiene el campo. Sólo en los últimos cinco años, el sector asegura que se han perdido 124.000 empleos, pero si se echa la vista más atrás, desde el año 1995 la agricultura andaluza ha perdido el 40% de sus activos y la media de edad se sitúa ya por encima de los 55 años.

Para intentar frenar esta tendencia, la Consejería de Agricultura ha incrementado en un 27% las ayudas para jóvenes agricultores para facilitar la primera instalación. Las subvenciones podrán llegar ahora hasta los 70.000 euros para los que tengan entre 18 y 40 años, aunque, eso sí, con el compromiso de mantener la actividad al menos cinco años y que el 50% de su renta proceda de la agricultura. Los beneficiarios podrán recibir los fondos bajo prima única, bonificación de intereses o una combinación de ambas.

Frente al "café para todos" de otras convocatorias, la orden de este año ha introducido un baremo en el que se establecen otros incentivos. Así, se otorgan dos puntos cuando se trata de zonas desfavorecidas, tres para casos de cotitularidad o si el solicitante es mujer, cuatro para cese anticipado de la explotación y cinco cuando las ayudas para primera instalación se complementen con otras de modernización.

Con todo, los primeros cuatro meses de la orden de ayudas se han cerrado con 344 solicitudes presentadas, una cifra por debajo incluso del año anterior. "La situación para que los jóvenes se animen a entrar en el sector agrario no es la más idónea", admite Mar Remón, directora general de Regadíos y Estructuras Agrarias. Agricultura aspira, no obstante, a que en el actual marco de apoyo 2007-2013 se logre la incorporación a la actividad agraria de unos 3.700 jóvenes, que contarán con 198 millones en ayudas.

Uno de los principales obstáculos que los jóvenes se encuentran es el elevado precio de la tierra, sobre los 40.000 euros de media por hectárea de regadío. Las organizaciones agrarias exigen agilidad a la Administración a la hora de conceder las ayudas previstas para la primera instalación de jóvenes agricultores. "Los plazos deben acortarse, ya que aún estamos esperando que se resuelvan los expedientes de 2008", expone Juan Luis Ávila, de las Juventudes Agrarias de COAG. El sector propone que la Administración conceda ayudas a los arrendadores de tierras como las que se conceden para el alquiler de pisos. "Actualmente, muchos agricultores se han convertido en simples empresas de servicios y no es eso lo que queremos", remarca Ávila.

En la segunda de las líneas de ayudas abiertas por la Consejería de Agricultura, la destinada a modernización de explotaciones, la principal novedad de este año es la prioridad que se va a dar a las solicitudes que apuesten por el ahorro energético, que se valorarán con la máxima puntuación, 15 puntos. En sintonía con las directrices de la Unión Europea, la intención del departamento que dirige Clara Aguilera es favorecer la implantación de cultivos energéticos para la generación de biomasa y el fomento de las energías renovables. En todo caso, la producción de energía debe ser para el consumo de la propia explotación, y no como un negocio adicional del agricultor.