Cristiano ya no puede forzar más

Sonaba a mensaje premonitorio. "Yo quiero jugar, pero para hacerlo tendré que estar al cien por cien, no sólo físicamente, sino también mentalmente". Palabras de Cristiano Ronaldo el pasado 29 de octubre. Quizás se diera cuenta de que había arriesgado demasiado cuando decidió jugar con su selección al no estar todavía en plenitud. Aquel día, Cristiano acababa de someterse a una resonancia magnética que desvelaba que el edema óseo que sufría en el tobillo derecho no había mejorado. Lo mismo evidenció la resonancia a la que se sometió el pasado miércoles. Así que ayer el jugador voló a Ámsterdam y pasó consulta con el doctor Nicolas van Dijk -el mismo que le operó en verano de 2008- quien confirmó la persistencia del edema (y también la existencia de un pequeño desprendimiento óseo) y le ordenó dos semanas más de reposo (ya lleva un mes parado). Pasados esos quince días, el delantero volverá a Ámsterdam para una segunda revisión.

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El peligro de tener que pasar por el quirófano, de momento, queda descartado. Según el parte médico, el jugador sufre un "edema óseo en el tobillo derecho y hueso supernumerario os tibial". Eso es, un desprendimiento óseo mínimo que es congénito y que, hasta ahora, no le había provocado dolor. Los médicos del club intentarán resolver el problema con un tratamiento conservador: es decir, reposo y analgésicos. "En el 90% de los casos ese tipo de lesión es un proceso natural, la consecuencia de un impacto recibido. Y, en el 90% de los casos, se soluciona con un tratamiento conservador sin tener que recurrir al quirófano. Lo importante es no tener prisa con los plazos", asegura Pedro Luis Ripoll, especialista en ese tipo de traumas (por su consulta han pasado Raúl, Xabi Alonso y Metzelder, entre otros) y también amigo de Van Dijk, con el que ha operado en varias ocasiones. ¿Cabe la posibilidad de que después de esas dos semanas no haya mejoría? "Sí cabe, pero no suele pasar", dice Ripoll, quien enfatiza que fue una imprudencia que Cristiano jugara con Portugal: "Los médicos portugueses no valoraron las consecuencias".

Cristiano se lesionó el 30 de septiembre contra el Marsella. Sufrió una dura entrada de Diawara. Aun así, aguantó y marcó. Los médicos evidenciaron una "artritis traumática con edema óseo en el astrágalo y un esguince en el ligamento lateral del tobillo". No viajó a Sevilla el día 4 de octubre pero sí, dos días después, con su selección, que jugaba seis días después un partido decisivo ante Hungría para alcanzar la repesca del Mundial. Forzó y decidió jugar. El tobillo aguantó veinte minutos. "No podíamos pedirle que se controlara... tenía un país encima", confesó Jorge Valdano. A su regreso (día 11), los médicos del Madrid le diagnosticaron una recaída con tiempo de baja estimado de tres o cuatro semanas. Ya han pasado tres y media, Cristiano se ha perdido siete encuentros entre Liga, Copa y Champions, y sigue con dolor. De momento, no estará contra el Alcorcón, en la doble eliminatoria portuguesa ante Bosnia (14 y 18) y contra el Racing (22). De tener el visto bueno del doctor Van Dijk el día 20, no empezará a entrenarse antes del 21 y el clásico ante el Barça está fijado para ocho días después.

Horas antes de que se emitiera el parte médico del jugador, Gilberto Madaíl, presidente de la federación lusa, dijo que esperaba contar con Cristiano contra Bosnia ya que el periodo de baja no sería "tan largo como dicen en España". El Madrid ha enviado ya los nuevos informes médicos y aboga porque sean los doctores de la selección los que se desplacen a la capital española para comprobar el estado del jugador y no viceversa.

Cristiano Ronaldo evita el quirófano