El Banco de España autorizaría una fusión gallega si lo piden las cajas
Los sindicatos, a favor de la integración de Caixa Galicia y Caixanova
La hoja de ruta trazada por el Banco de España para propiciar fusiones de cajas de distintas comunidades, con el fin de evitar solapamientos y ganar tamaño, deja de ser dogma de fe a medida que se precipitan las negociaciones entre entidades. En medio de las conversaciones de Caixa Galicia y Caixanova con la Xunta, con posiciones enfrentradas después de las últimas reuniones mantenidas con la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, el supervisor bancario advirtió de que "será valorado un proyecto de fusión sólido y solvente, por encima de otras cuestiones", como el anclaje territorial de las cajas.
"Estamos dispuestos a estudiar el mejor proyecto dentro de lo realista, en un contexto en el que damos por hecho que cualquier operación tendrá que ser visada por el Gobierno autonómico", señaló un portavoz del Banco de España, que en varias ocasiones ha mostrado su preferencia por las fusiones entre cajas de diferentes comunidades. "Solidez y solvencia; eso es lo que pedimos, siempre que la iniciativa parta de las propias entidades, sean o no de una misma comunidad", explicó el mismo portavoz. El Banco de España no cierra la puerta a una fusión gallega "siempre y cuando la eficiencia y la dotación de recursos propios del proyecto garanticen su viabilidad técnica". La eventual fusión, pretendida como primera opción por Caixa Galicia y descartada por Caixanova, no sería una salvedad para el organismo supervisor, ya que en Cataluña y Castilla y León se han activado procesos similares con su visto bueno.
El Banco de España admite la existencia de "múltiples contactos y conversaciones" con la Xunta y las entidades gallegas. La "reestructuración inevitable" del mapa de cajas, y el recurso al fondo de saneamiento (FROB) para llevar a cabo las fusiones se precipitarán en los próximos meses, de acuerdo con las mismas fuentes.
La integración de Caixa Galicia y Caixanova alumbraría la cuarta caja española por recursos de clientes, con algo más de 60.400 millones de euros en su conjunto, por delante de Bancaja y la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Actualmente ocupan la sexta y undécima posición, respectivamente. Conscientes de que el Banco de España apuesta por la fusiones, las entidades gallegas buscan alternativas a la integración que pasan por la constitución de Sistemas Institucionales de Protección (SIP), la llamada fusión virtual, una fórmula que permite establecer alianzas y acudir al FROB sin que las entidades pierdan su identidad. Pero Caixanova parte en desventaja en su pretendida alianza con Cajamurcia y Cajastur, ya que ésta acaba de hacerse con la intervenida Caja Castilla-La Mancha y ahora supera en tamaño a la entidad viguesa.
Mientras, las direcciones de los tres principales sindicatos, UGT, CC OO y CIG, anunciaron ayer que aceptarían una integración de Caixa Galicia y Caixanova si ello fuera indispensable "para su supervivencia". También la apoyarían en el caso de que no tuviera "coste social", pérdida de puestos de trabajo. Tras una reunión con el Grupo Parlamentario Socialista, el secretario de Formación e Emprego de UGT, Domingos Barros, se mostró partidario de la fusión "si genera más potencialidad y reactiva su actividad inversora", mientras que la secretaria de Emprego de CC OO, Maika Bouzas, dijo que "sería la opción ideal, porque parece que las dos tienen escasas posibilidades de mantenerse por separado". Xaquín Fernández Leiceaga, portavoz del PSdeG, explicó que la "posición básica" de su partido es que las cajas "deben tener los pies y la cabeza en Galicia".
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