"Después de ir al Sáhara te cuesta volver a casa"

Hafda se dirigía a él como el "gordo que ronca". Hafda tenía unos cinco años cuando compartió la jaima de su familia, en el campo saharaui de refugiados de Dajla (Argelia), con el actor Javier Bardem. Han pasado casi dos años y Bardem (Las Palmas, 1969) no ha olvidado ni a Hafda ni a los 30.000 saharauis que viven en este desierto de piedras y cactus, desde que fueron arrancados de sus tierras hace ahora 34 años. Fue en abril de 2008, coincidiendo con su presencia en el festival de cine Fisahara, cuando el actor conoció por primera vez el Sáhara. Y ya está enganchado de por vida. "Me encontré con una gente que tiene una capacidad de supervivencia importantísima. Cuando uno llega allí y pone el pie en el campo de refugiados lo que siente es una profunda indignación. Nosotros, los españoles, les abandonamos y tenemos una responsabilidad histórica con ellos".

El actor recoge firmas para pedir estatus diplomático para el Polisario

Javier Bardem ha elegido un café en el centro de Madrid, casi vacío a esas horas. Llega comido de casa y sólo una pareja, desde una mesa vecina, asiste divertida al encuentro con el primer actor español en conseguir un Oscar (No es país para viejos, de los hermanos Coen). Al fotógrafo la única indicación es que salga bien clara la camiseta, en la que luce el logo todosconelsahara.com. En plan de broma, la joven de la mesa de al lado se asoma al objetivo de la cámara. "Tú y la camiseta sería lo único bonito de esta foto", le piropea Bardem que ha vuelto de nuevo a fumar.

Fueron aquellos de abril días intensos en los que el actor pudo comprobar la paciencia con la que el pueblo saharaui se enfrenta a una situación y una vida tan dramática sin un ápice de odio ni rencor. "Después de ir al Sáhara te cuesta volver a casa", asegura el intérprete, con una mezcla de indignación y admiración. "Cerca de 165.000 personas viven en campos de refugiados en unas condiciones insoportables, abandonadas a su suerte por todos los Gobiernos de España. Aquí no valen los colores o las ideologías. Tiene que ver con el sentido común y la memoria histórica. Ningún Gobierno ha hecho lo que debería hacer que es legitimar el Sáhara como país libre, darle al Frente Polisario el estatus diplomático para que pueda negociar".

Por ello junto a otros muchos, -al final del café se incorporan el productor Álvaro Longoria y José Taboada, presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara-, ha creado una plataforma que recoge firmas (todosconelsahara.com) y que presentarán a Rodríguez Zapatero antes de que comience la presidencia española de la Unión Europa en enero de 2010. De momento, tienen recogidas cerca de 250.000 pero esperan obtener muchas más. "¡¡Que el Gobierno de España lidere una solución en el Sáhara frente a países fuertes como Marruecos y Francia!!".

Tal es la pasión que este pueblo ha despertado en Bardem que prepara para el año próximo su segundo largometraje como productor, tras Invisibles. La película buscará acompañar a los saharauis en el largo y difícil camino de la diplomacia internacional para solucionar su futuro. Será un retrato del "último proceso inconcluso de descolonización de África sobre el cual España tiene una clara responsabilidad histórica", que dirigirá Álvaro Longoria. Lo hará tras terminar Eat, pray, love, una comedia romántica junto a Julia Roberts, que rodará en Indonesia. "Para el Sáhara siempre tendré tiempo".