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Crónica:Novena jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Deportivo, sin remate

El Sporting obtiene premio en Riazor

El Sporting se llevó de Riazor un punto tan inmerecido como festejado por una afición ejemplar. Debió ganar el Deportivo, pero jugó mejor de lo que definió y reabrió de nuevo el debate sobre la ausencia de un hombre gol en el equipo. Es fútbol ficción e incluso un ejercicio para nostálgicos, pero con Bebeto, Makaay o el mejor Tristán la igualada se habría trocado en paseo militar.

El Deportivo salió con la fuerza y la actitud que se le supone a quien juega de local. Buscó el gol y en un cuarto de hora lo atisbó tres veces. Incluso pudo haber dejado el partido bien encarrilado si Pérez Burrull hubiera señalado un penalti cometido por Juan Pablo sobre Riki en el primer minuto. Era expulsión, y más visto el criterio de otros colegas para catalogar qué es una ocasión de gol, pero se inhibió.

DEPORTIVO 1 - SPORTING 1

Deportivo: Aranzubia; Manuel Pablo, Colotto, Lopo, Filipe; Antonio Tomás (Adrián, m. 75), Sergio; Juan Rodríguez, Lassad, Guardado; y Riki (Pablo Álvarez, m. 82). No utilizados: Manu; Zé Castro, Laure, Valerón y Mista.

Sporting: Juan Pablo; Lora, Botía, Gregory, Canella; Rivera, Michel (Matabuena, m. 34); Luis Morán, De las Cuevas (Carmelo, m. 85), Diego Castro; y Barral (Bilic, m. 66). No utilizados: Cuéllar; Sastre, Iván Hernández y Kike Mateo.

Árbitro: Pérez Burrull. Amonestó con la tarjeta amarilla a Lopo, Antonio Tomás, Barral y Matabuena.

Goles: 1-0. M. 41. Lassad. 1-1. M. 69. Diego Castro.

Unos 30.000 espectadores en Riazor.

Superado atrás, el Sporting buscó entrar en el partido lejos de su área. Incluso contuvo la sangría durante largos minutos, pero acabó por ceder en una acción de estrategia del Deportivo, que encontró la testa de Juan Rodríguez en el corazón del área. De nuevo la pelota se estrelló en el travesaño, pero la zaga se sumió en el estupor y permitió una segunda opción a Lassad, que remachó a la red.

Acunado por la grada, que no dejó de alentarle con una tonadilla sin fin como si fueran griegos en vez de asturianos, el Sporting siempre estuvo muy por debajo de su gente, pero encontró el empate en una jugada al filo del fuera de juego en la que Aranzubia resbaló en su salida ante Diego Castro, el único gallego sobre el césped. Replicó Riki con un cabezazo que de nuevo se fue al palo y que Lassad empujó a gol, esta vez en posición ilegal.

Fue el preámbulo de un final que se presumía vibrante al que el Deportivo llegó entre agotado y desesperado y el Sporting conforme y en el que Lotina renunció a buscar nuevas soluciones con Valerón.

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