De tú a tú

Pese a contar apenas seis temporadas en Primera, administrar un presupuesto de 32 millones de euros y disponer sólo de 12.000 socios, el Getafe es el único equipo de la Liga que maneja, como poco, los mismos números que el Madrid en sus enfrentamientos directos: cuatro victorias y dos empates por bando, 11 goles a favor y 11 en contra. Nadie más, ni el Barça, puede decir lo mismo. La tradición no sólo demuestra que el equipo del cinturón obrero siempre ha sido incómodo para el Madrid. Incluso en el triunfo, como vio Vanderlei Luxemburgo tras una actuación discreta (1-0) contra el conjunto azulón que le costó el puesto a finales de 2005. El presidente del Madrid era Florentino Pérez y el brasileño su quinto entrenador en cinco años. Todavía llegaría un interino al cargo, Juan Ramón López Caro.

"Ganar en los grandes estadios es maravilloso, añade más regusto... Iré a la que ha sido mi casa con el ánimo de demostrar lo que siempre me han enseñado allí, que hay que salir a ganar al rival", amenaza Míchel. El técnico getafense espera sacar provecho de los efectos secundarios de la derrota copera del Madrid en Alcorcón: "El público madridista es tremendamente exigente, pero eso es un arma de doble filo y ese doble filo tiene que ver con nuestra respuesta. Si salimos para ver qué pasa, el Madrid se repondrá con facilidad. Si hacemos lo que tenemos planteado, será factible que el ambiente se enrarezca más".

El discurso de Míchel no se corresponde con el de un equipo a la sombra de Madrid. "Ni tengo alma de torero ni de sepulturero. Simplemente, me enseñaron a ser ambicioso. Nadie me perdonaría que fuera al Bernabéu a pasar la tarde", advierte el preparador, que no da mucho crédito a una vendetta después del partido de la temporada pasada, que el Madrid remontó en un final bárbaro en el que Casquero falló un penalti a lo Panenka después de que Pepe confundiera su espalda con un tablao. En parte, porque el centrocampista no entra mucho en sus planes.

"Lo de Alcorcón fue un accidente, aunque tenemos mucho que ganar y poco que perder", intenta calmar la euforia el presidente del Getafe, Ángel Torres, cuyo equipo ha perdido en sus tres últimos desplazamientos (Almería, Zaragoza y Mallorca) y sólo ha sido capaz de dar la vuelta al marcador en casa contra el Valencia. Pero la revolución se fragua en el vestuario. "¿Por qué vestimos de azul? Porque es el color de los monos de los trabajadores. Eso es lo que somos. Eso representamos", dice Celestini. "Es una ocasión propicia, pero el Madrid es el Madrid", concluye con aire filosofal Ustari.