El Bloc prepara una alternativa "progresista, plural y ética"

Las conversaciones y contactos del nacionalismo valenciano con otras opciones políticas de cara a crear una coalición progresista con la que presentarse a las elecciones autonómicas y municipales de 2011 van por buen camino. Y no sólo eso. Enric Morera, secretario general del Bloc Nacionalista Valencià (BNV), insistió ayer en el Aplec del Puig del tradicional darrer diumenge d'octubre en que "hay un diálogo permanente y positivo para crear ese espacio valenciano de progreso".

El Bloc, Iniciativa del Poble Valencià, la corriente Project Obert que lidera el ex coordinador general de EU Joan Ribó, los Verdes y una larga lista de colectivos cívicos llevan desde hace tiempo cooperando en este objetivo. "El ambiente está maduro", recalcó Morera en un discurso ante los centenares de personas que acudieron al aplec. La crisis del bipartidismo político, los escándalos de corrupción que salpican a la Generalitat, la falta de inversión del Gobierno central en el territorio valenciano y la necesidad de una regeneración democrática explican, a juicio de este dirigente, por qué es el momento para crear una coalición progresista que articule "una alternativa ética, política y social".

En el proceso, garantizó Morera, "no habrá exclusiones, personalismos ni partidismo. El Bloc afronta esta etapa con generosidad y sin apriorismos".

La confluencia de estos partidos, más los contactos con colectivos ciudadanos y de otra índole, incluso partidos locales de independientes, hacen posible que en estos momentos exista acuerdo para presentar una candidatura unitaria en 300 ayuntamientos valencianos. La idea es llegar hasta las 350 listas electorales.

El dirigente del Bloc se mostró convencido de que está a punto de iniciarse una nueva etapa en la política valenciana. "No hay que perderse en detalles, ni avanzar con miedos o vacilaciones", dijo Morera en su defensa de ese espacio autónomo y alternativo al bipartidismo centralista. El proceso debe hacerse "de abajo hacia arriba".

En un día en el que el calor apretó con ganas, los discursos del Aplec acabaron con un homenaje a Miquel Grau, el joven que murió en Alicante en 1977 tras ser agredido por militantes de extrema derecha mientras pegaba carteles convocando al 9 d'Octubre.