"Me siento más fuerte"
Ya no es aquel niño al que las circunstancias convirtió en necesario para el Barça
Termina el entrenamiento y antes de pasar por la ducha, atiende el compromiso. Bojan Krkic (Linyola, Lérida, 1990) ya no es aquel niño al que Rijkaard y las circunstancias convirtieron en necesario para el Barcelona con 17 años. Lo demuestran sus bíceps, trabajados en el gimnasio, y detalles como que ya no esconde la mirada al hablar.
Pregunta. ¿Qué le dicen los 30 años de La Masia?
Respuesta. Es un orgullo. Para el club, claro, pero también para mucha gente que hemos pasado por ahí. Yo viví cuatro años muy intensos, aprendí mucho. Mi adolescencia la pasé allí, así que tengo un gran recuerdo.
P. Una adolescencia precipitadamente corta...
R. Sí, tuve una adolescencia corta, a los 17 ya estaba en el vestuario del primer equipo y... es otro tipo de vida. Nada que ver. Todo nuevo, todo cambia. Todo fue muy rápido. Justo volví del Mundial 2007 y me cayeron muchas cosas encima, un cambio importante. He tenido un proceso de adaptación más largo tal vez por eso.
"Entré en el primer equipo con 16 años. No me atrevía ni a hacer bromas"
"Cuando llegó Piqué todo fue distinto. Ahora ya tengo pandilla"
P. ¿Se hizo duro?
R. No, he disfrutado mucho. Valoro lo positivo y lo negativo; en un proceso de aprendizaje hay de todo. Se trata de hacerte valer y un nivel como el del Barça no es fácil. Cualquier persona pasa por momentos que cambian la vida y tuve la suerte de que me pasara a los 16 o 17 años.
P. Físicamente ha cambiado...
R. ¡Y espero cambiar más! He trabajado en el gimnasio, con un plan para fortalecerme. No basta con que tengas talento. Estar aquí exige un sacrificio. La Masia es el ejemplo. Llegar implica trabajo, humildad, no creértelo nunca, y un punto de suerte.
P. Antes de lesionarse daba la sensación de que también había crecido en el campo.
R. Me siento más fuerte, más capaz de hacer cosas. Había encontrado el camino que te da la confianza. Pero me lesioné y no hay más que volver a cogerlo. Ya le digo, me siento fuerte.
P. Dicen que le ha venido muy bien el fichaje de Piqué. ¿Me lo explica?
R. El primer año llego a un vestuario donde no conozco a nadie. Y me acogieron muy bien, me ayudaron mucho, estoy muy agradecido. Pero tenía 16 años, ¡no me atrevía a hacer ni una broma! Cuando llegó Piqué fue distinto. Le conocía de la selección, le podía hacer putadas. Además llegaron Busquets, Pedrito, Víctor... Lo noté.
P. Ahora ya tiene pandilla.
R. Sí, ya tengo pandilla.
P. Por guapo, su cara forra la carpeta de la mitad de las adolescentes catalanas... ¿cómo lo lleva?
R. ¡No hay para tanto! Tampoco creo que sea por ser guapo. Yo creo que es por porque le caes bien la persona, porque te ven cercano. Yo siempre pienso que detrás de la foto hay algo más, que valoran cosas, cómo soy, cómo me comporto...
P. ¿El año pasado jugó menos de lo esperado?
R. Uno siempre lo quiere jugar todo, pero creo que todos podemos sentirnos partícipes de un año inolvidable, porque era muy difícil dar participación a todos y creo que todos nos sentimos muy partícipes. En mi caso, con Eto'o, Messi, Henry... no son unos cualquiera, no es fácil que juegue un chaval de 17 años. Yo estoy muy satisfecho, la verdad. Jugué en las tres competiciones, ayudé en lo que pude, lo disfruté. En el Barça no es fácil ser delantero y llegar al primer equipo, pero mucho menos mantenerte. Yo llevo ya tres años y le doy su mérito.
P. ¿Guardiola le perjudicó tanto como algunos dicen?
R. Me ha ayudado, me ha rectificado cosas, me ha dado minutos... No, no me ha perjudicado nada, al contrario.
P. A usted, ¿le basta con hacer goles?
R. En un delantero, lo que vale es el gol, está claro. Si metes muchos goles, mejor. Pero la dificultad para conseguir un gol es grande, cada vez mayor y conseguirlo implica trabajo, no sólo con la pelota, también físico, y táctico. Me resulta gratificante saber que puedo hacer más cosas que vivir del gol. En las tres posiciones de ataque me siento cómodo. Igual estás más lejos de marcar el gol, pero puedes hacer la jugada...
P. ¿Y dónde disfruta más?
R. Siempre. Cuando tengo la pelota, cuando me sale un regate, cuando meto un gol, claro, pero también cuando presiono y sirve de algo... Disfruto de la profesión.
P. El otro día salió y había ocho jugadores del Kazan en el área.
R. Cada vez será más complicado, nos privarán de más cosas y tenemos que habituarnos, porque nos vamos a encontrar muchas veces con estos partidos. Ya verá, el Zaragoza nos hará trabajar. Y trabajaremos, sin más.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.