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Cierval urge al Consell y al Gobierno a recuperar "el entendimiento"

Miquel Alberola

Entre el Consell y el Gobierno central las relaciones sólo han sido buenas mientras el PP simultaneaba la Moncloa y el Palau de la Generalitat. El estallido del caso Gürtel las ha empeorado hasta abrir un abismo infranqueable. La principal defensa del Consell ante el acorralamiento por el escándalo de la financiación ilegal del PP a través de la trama de Francisco Correa y Álvaro Pérez, El Bigotes, es una ofensiva incesante al Gobierno central como causa de todas las desgracias, no ya del partido, sino de la Comunidad Valenciana.

En esa línea, atrincherándose ante las interpelaciones de la oposición en las Cortes, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, arremetió ayer contra los Presupuestos Generales del Estado, que calificó de "trágicos" y definió como "malos para España y, más, para la Comunidad Valenciana". El enfrentamiento entre ambas administraciones ha sido una inquietud constante y pública para organizaciones como la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) o la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), por las terribles consecuencias para la Comunidad Valenciana, y, más aún, en medio de la crisis económica y el deterioro de la imagen de lo valenciano por la vinculación del Consell y el PP en el escándalo de corrupción.

Ayer se sumó a este coro el presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval), Rafael Ferrando, reclamando cooperación entre las distintas administraciones y defendiendo que "los presupuestos no deben ser un arma de confrontación" entre el Consell y el Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero, ya que es la sociedad valenciana la que está en juego. Ferrando dejó su habitual discreción y, sin llegar a la contundencia del documento de los empresarios catalanes del Cercle d'Economia, admitió que "en estos momentos hay circunstancias políticas que están distorsionando la relación" y les pidió que "hagan lo posible por retomar el entendimiento".

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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