La Jaume I acoge a 50 condenados a trabajos comunitarios

La Universitat Jaume I (UJI) de Castellón se convirtió ayer en la primera universidad valenciana en colaborar con la Administración para facilitar el cumplimiento de las condenas con trabajos en beneficio de la comunidad, que se imponen a personas no reincidentes que han cometido, en su mayoría, delitos de tráfico relacionados con la ingesta de alcohol o la conducción temeraria.

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, y el rector de la Jaume I, Francisco Toledo, firmaron ayer un convenio por el que la universidad habilita un total de 50 plazas para desempeñar distintas actividades en distintas áreas.

Acompañamiento a discapacitados, apoyo en las conserjerías, inserción profesional de los estudiantes, biblioteca, actividades socioculturales o comunicación y publicaciones son algunas de las labores y puestos en los que trabajarán los penados para cumplir los trabajos en beneficio de la comunidad impuestos por el juez.

Actualmente, en la provincia de Castellón hay 1.900 personas condenadas a trabajar en beneficio de la comunidad, aunque solamente se ofertan 300 puestos, entre ayuntamientos y organizaciones no gubernamentales. Por ello, Mercedes Gallizo agradeció a la universidad su implicación e hizo un llamamiento a las instituciones para que ofrezcan también este tipo de plazas. De hecho, consistorios como el de Castellón no ofrecen ningún puesto para la realización de estos trabajos.