Dos turistas británicos ebrios mueren ahogados en Salou

El consumo de alcohol y un fuerte temporal causaron la muerte de dos norirlandeses que decidieron bañarse en la madrugada de ayer en Salou (Tarragonès). Marc William P., de 29 años, y Michelle C., de 24, no resistieron el embate de la marejada y un oleaje de hasta cinco metros de altura. Ello no intimidó a un grupo de cinco jóvenes británicos, que decidió terminar su larga noche de copas con un chapuzón. Sólo tres salieron del mar con vida y alarmantes síntomas de embriaguez, informaron fuentes policiales. "El lamentable estado en que se encontraban dificultó la búsqueda de los fallecidos, que se bañaron en uno de los días más peligrosos del año", añadió el Ayuntamiento del municipio. Los Mossos d'Esquadra localizaron el cuerpo de los dos ahogados horas después en una playa cercana.

Las víctimas llegaron a la Costa Daurada a principios de semana en un vuelo de bajo coste, como tantos otros turistas británicos. Pasaron la noche del martes consumiendo alcohol en distintos bares de la zona hasta que, pasada la una de la madrugada, regresaron a su hotel. Se acercaron a la recepción del establecimiento, pero antes de subir a la habitación optaron por acudir a una playa cercana. "No se dieron cuenta de que meterse en el agua era una locura", señaló un empleado del hotel que insistió en la visible ebriedad del grupo. Tres de los turistas regresaron poco antes de las dos de la mañana a pedir auxilio al establecimiento, que alertó a los servicios de emergencia.

"Fue una imprudencia y la tragedia podría haber sido mucho mayor. Parece un milagro que tres de ellos lograran salir del agua por su propio pie", señaló el concejal de Salou Alberto del Hierro. El estado de los compañeros de los fallecidos dificultó la labor de rescate. No supieron precisar la zona en la que se habían zambullido y los dos cuerpos sin vida aparecieron a cientos de metros del operativo de búsqueda dispuesto por los Bomberos, los Mossos d'Esquadra y Salvamento Marítimo.

Además, alertaron del ahogamiento mucho después de que se produjera, según fuentes policiales. El equipo de buzos desplazado a la zona ni se mojó: los ahogados ya habían aparecido sobre la arena de una playa colindante, arrastrados por la corriente. Los cuerpos de los fallecidos pasaron a disposición judicial para que, una vez practicada la autopsia, ser repatriados.